El gran rabino de Francia, Haim Korsia, pidió a su país y a la Unión Europea encontrar soluciones para las decenas de miles de inmigrantes que llegan desde el Medio Oriente.

Haim Korsia habló de los inmigrantes - entre ellos muchos refugiados de Siria - en una ceremonia anual en la Sinagoga de la Victoria en París, en memoria de los aproximadamente 76.000 judíos a quienes las autoridades nazis y colaboradores locales deportaron a campos de exterminio en Europa del Este durante el Holocausto.

"Francia es una tierra de asilo y de hospitalidad; Francia, la cuna de los derechos humanos, no puede ignorar a estas mujeres y hombres que se quedan a las puertas de nuestras fronteras”, expresó Korsia. "Francia, que irradia en todo el mundo a través de sus valores del humanismo, la universalidad y el intercambio, no puede permanecer en silencio mientras se enfrenta al juicio de sus semejantes."

En referencia a los franceses no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a los judíos o hablando en contra del genocidio nazi, Korsia también pidió: "Debemos ser el Saliège y Theas, el Trocmé y Boegner de nuestro tiempo y decir, en memoria de nuestros muertos y lealtad a nuestros valores, los migrantes son nuestros hermanos en la humanidad".