En una carta dirigida al patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía, también condenó "el continuado y cruel martirio al que se somete a los cristianos en África, Medio Oriente y algunas regiones de Asia.
El papa expresó este lunes su "dolor y consternación" por la "enésima violencia" perpetrada por los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que han difundido un vídeo en el que se muestra la ejecución de etíopes cristianos en Libia.
"Con gran dolor y consternación he recibido la noticia de la enésima violencia perpetrada contra cristianos inocentes en Libia", señala Francisco en una misiva dirigida al patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía, Abuna Matthias, difundida por la Santa Sede.
El papa añade que "Se que Vuestra Santidad sufre profundamente por las atrocidades de los que son víctimas sus amados fieles, asesinados únicamente por el hecho de seguir a nuestro Señor y Salvador Jesucristo".
En este sentido asegura al patriarca su solidaridad y cercanía ante "el continuado martirio al que se somete de esta manera tan cruel a los cristianos en África, Oriente Medio y algunas regiones de Asia".
Bergoglio señala en la carta que "no hay diferencia en que las víctimas sean católicos, coptos, ortodoxos o protestantes" porque su sangre es la misma y está unida en "su confesión cristiana" y volvió a pedir que esta situación sea afrontada por los gobernantes del mundo.
"La sangre de nuestros hermanos y hermanas cristianas es un testimonio que grita para hacerse escuchar en todos aquellos que saben aún distinguir entre el bien y el mal. Y este grito debe ser escuchado sobre todo por aquellos que tienen en sus manos el destino de los pueblos", defendió el pontífice.
Los yihadistas del Estado Islámico difundieron este domingo un vídeo en el que muestran la ejecución de al menos 16 etíopes con un disparo en la cabeza y de 12 que son decapitados, todos ellos acusados de ser cristianos.
Etiopía entró dentro del radar de los grupos extremistas islamistas luego de sumarse a los ataques de los países vecinos contra las posiciones de la milicia radical Al Shabaab en Somalia el año pasado.
En el video difundido ayer por el ISIS, uno de los verdugos sostiene que "la sangre musulmana derramada por las manos de su religión (la cristiana) no es gratuita".
El ISIS creció y se fortaleció en el último año y medio en Medio Oriente, especialmente en el norte y el oeste de Irak y en el norte de Siria, y luego ganó aliados en Afganistán, Pakistán, el norte de África y hasta en países más alejados en Asia.
En medio del vacío de poder creado tras la caída de Muammar Kadaffi y la intervención militar de la OTAN, Libia se convirtió en un territorio propicio para la expansión de los nuevos aliados del ISIS.
Tras la masacre, la tensión sectaria amenaza con instalarse también en Etiopía, un país en el que cerca de dos tercios de la población son cristianos, la mayoría de ellos ortodoxos coptos.
La comunidad islámica también es importante en el país y siempre convivieron en paz. La armonía interrreligiosa se remonta a los primeros años del Islam, cuando el entonces rey cristiano dio refugio a muchos de los fieles musulmanes que eran perseguidos o rechazados en esa época por otras religiones en esa región.
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