“Expreso mis condolencias a su excelencia, al clero, consagrados y fieles laicos de esta Iglesia particular [Sevilla], así como a sus hermanos en la orden de frailes menores, a sus familiares y a la iglesia de Tánger, en la que también sirvió como pastor”. Así comienza el telegrama del Papa Francisco enviado este 28 de abril ante el fallecimiento del cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla.

En sus letras enviadas al arzobispo de SevillaJosé Ángel Saiz Meneses, el Santo Padre ha recordado la figura de Amigo, “un abnegado prelado que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de dios y de la Iglesia”. El Papa , además, ofrece “sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el señor Jesús, por intercesión de Nuestra Señora de Montserrat, le otorgue la corona de gloria que no se marchita”.

Signo de esperanza cristiana

Cabe recordar que fue este 27 de abril, festividad de Nuestra Señora de Montserrat, patrona de Cataluña, cuando falleció el cardenal, que llevaba ingresado desde el lunes 25, cuando tuvo que ser sometido a una operación quirúrgica en la que le extrajeron líquido del pulmón izquierdo. Por último, en su misiva, “como signo de esperanza cristiana en el Señor Resucitado”, el Papa imparte la Bendición Apostólica.

Los restos mortales del cardenal Carlos Amigo Vallejo serán trasladados hasta Sevilla, donde se celebrarán las exequias el próximo sábado en la Catedral. Además, desde hoy jueves a las 20.30 horas, quedará instalada la capilla ardiente para que los fieles sevillanos puedan dar el último adiós al que fuese su pastor durante 27 años.

Carlos Amigo será enterrado en la capilla de San Pablo del templo metropolitano hispalense, situada contigua a la Capilla Real, cerca de la Virgen de los Reyes.