Como ocurre cada 24 de junio en la ciudad de Corrientes, el templo de San Juan Bautista, ubicado en Baibiene y Gelavert, se llena de feligreses para honrar al santo patrono, aprovechando la oportunidad para agradecer y pedir.

La festividad comenzó ayer con una misa matutina a las 9.30, de la que participaron los alumnos de los colegios de la zona, quienes al concluir fueron convidados con un chocolate caliente por parte de la parroquia.

Por la tarde, a las 16, se realizó la procesión y la celebración litúrgica, la cual fue presidida por el arzobispo Andrés Stanovnik y concelebrada por el párroco Gregorio Valenzuela.

Al realizar la bendición final el obispo expresó: “Una bendición principalmente sobre todas las autoridades que nos gobiernan”.

Tras esto, se agasajó a los presentes con otro chocolate en el patio que se encuentra al costado del templo.

Por la noche, a las 20, se realizó la santa misa con procesión nocturna, para luego dirigirse al jardín que se encuentra entre el templo y el salón parroquial, donde continuaron las actividades planeadas -suspendidas el martes por la lluvia-, realizándose el festival folklórico, la quema de muñecos y el Tatá Yehasá.

Es de mencionar que al concluir cada una de las celebraciones, muchos de los feligreses se acercaron a rezar frente a la imagen del santo como un gesto de adoración.

Testimonios:

Juan es uno de los feligreses y ante la consulta de El Litoral contó que participa “habitualmente de las actividades de la parroquia, pero esta es la primera vez que vengo a la fiesta patronal”.

Por su parte, Mercedes dijo que “siempre me vengo desde el barrio Molina Punta para agradecer y pedirle al santo por mi vista”.

Hugo, en tanto, contó que “hace 15 años que no venía el día de su fiesta. Soy de San Roque pero tengo a mi hija viviendo en la ciudad y aproveché esta oportunidad para poder venir en este día”.

Finalmente, Olga expresó que “esta es la primera vez que vengo. Vine a pedir por la familia y por la paz en el mundo”.