"Es la fe la que nos acerca, la voluntad de que nuestros rezos y pedidos sean escuchados", dice Francisca Páez que se vino desde Ñemby para rezar y pedir al corazón de San Pío "por los míos y por todo el Paraguay", cuenta. La nave de la Catedral está repleta de fieles que asisten a la misa; afuera, una fila de personas avanza por Mariscal López a paso lento para poder llegar a la reliquia.
Bajo el lema de "El corazón de San Pío visita el corazón de América, y quiere encontrarse contigo", la gira del corazón del santo capuchino es todo un suceso en el país.
"Él es un medio para acercarse a Dios", explica el hermano Walter, fraile capuchino en el stand ubicado en la explanada, donde se reparten folletos de la obra de los hermanos franciscanos capuchinos y se promociona la gira.
"Hace 10 años que lo sigo al santo y esta era una oportunidad de acercarme especialmente, viajé una hora y media para lograrlo", dice Analiz Vega, que se llegó desde Campo Grande y no tiene problemas con el calor y el sol del mediodía. "Es un pequeño sacrificio para pedir por todos, por paz y amor", agrega.
Los fieles no solo tocan la urna, sino que se acercan con estampitas, pañuelos o rosarios.FOTO: EDUARDO VELÁZQUEZPERMANECERÁ HASTA EL 18
El corazón de San Pío de Pietrelcina arribó el 10 de abril y permanecerá hasta el 18 próximo en una visita inédita, que generó mucha adhesión de la feligresía católica. Muchos se sorprendieron al encontrarse con el ministro de Industria, Gustavo Leite, que se ofreció para recibir a los feligreses que llegaban hasta la reliquia, pero así como él, numerosos voluntarios trabajan arduamente para ayudar en este evento.
Los fieles no solo tocan la urna, sino que se acercan con estampitas, pañuelos o rosarios para tener un objeto que entró en contacto con el corazón del santo, que les pueda hacer las veces de objeto de culto. "Estamos en una verdadera maratón de misericordia", dice el hermano Walter, tras explicar que el corazón de San Pío recibió la gracia de la transverberación, que es un fenómeno místico.
La visita fue posible en el marco de los 30 años de la permanencia de la misión de los hermanos franciscanos capuchinos, así como también dentro de las recordaciones por los 50 años del fallecimiento del santo y los 100 años de la aparición de los estigmas. Los dones de este sacerdote fueron el discernimiento, la curación, la bilocación, el perfume en su presencia y los estigmas. Francesco Forgione, conocido como el padre Pío, nació en Pietrelcina (Italia) el 25 de mayo de 1887. Desde pequeño mostró mucha piedad e incluso actitudes de penitencia y su infancia se caracterizó por la salud frágil.
Comentá la nota