Para los dos mil millones de musulmanes en todo el mundo, internet es tanto una herramienta esencial como, según Nizam Uddin, cofundador del proyecto Kahf, un «campo de batalla moral». Las cifras son impactantes: la edad promedio de la primera exposición a la pornografía es ahora de 7 a 8 años, y el 73 % de los adolescentes de entre 13 y 17 años ya la han visto en línea.
El cofundador y director técnico del proyecto Kahf pasó cuatro años en Meta, en el equipo dedicado a combatir el daño grave. Describe haber presenciado lo peor que los seres humanos pueden hacer en línea, incluyendo conversaciones sexuales entre adultos y menores, acoso cibernético y estafas románticas que destruyen vidas.
Para los fundadores, la amenaza es doble. No se trata solo de los deseos corruptos (Shahawat), como la pornografía y los juegos de azar, sino también de las dudas ideológicas (Shubuhat) derivadas del contenido antiislámico. Dado que los adolescentes pasan un promedio de 4,8 horas al día en redes sociales y la persona promedio consulta su teléfono 2617 veces al día, los fundadores sintieron la urgente necesidad de crear una solución estructural.
Para abordar este desafío, un grupo de expertos musulmanes de empresas como Meta, Tesco y British Telecom creó Kahf Yazılım A.Ş. Para Nizam Uddin, también fundador de weDevs, el proyecto representa una forma de Ibadah (culto). Su viaje a Japón en 2015 le hizo tomar conciencia de la brecha entre lo Halal y lo Haram, así como de su propia exposición a los pecados en línea. Omar Al Zabir, por su parte, combina su experiencia profesional con la crianza de sus tres hijos en el Reino Unido para comprender "hasta qué punto estamos expuestos a lo Haram". Su objetivo no es solo bloquear el daño, sino proporcionar un "universo paralelo Halal" completo.
El proyecto toma su nombre de la Sura Al-Kahf (La Cueva), que simboliza la protección contra las Fitan (pruebas) del mundo digital moderno. El ecosistema Kahf incluye varios productos:
Kahf Guard: un filtro DNS que bloquea más de 5,5 millones de sitios web (pornografía, juegos de azar, malware y sitios antiislámicos), procesando 2 mil millones de solicitudes al mes.
Navegador Kahf: un navegador halal con inteligencia artificial integrada, "Safe Gaze", que difumina automáticamente el contenido indecente.
Kahf Kids: una alternativa a YouTube, con 16.000 vídeos verificados, juegos no adictivos y controles parentales completos.
Mahfil: una plataforma de medios ética, libre de publicidad haram, que ofrece contenido islámico diverso.
Hikmah: una red social basada en valores para compartir contenido, vender libros electrónicos y promocionar productos halal.
Kahf Gold: una billetera fintech del futuro para invertir y gastar en oro conforme a la Sharia.
El ecosistema se basa en cuatro pilares inspirados en la Sura Al-Kahf: Iman (fe), con Mahfil y Hikmah; Tharwa (riqueza), con Kahf Gold y Kahf Ads; Ma‘rifa (conocimiento), con Kahf Kids y Kahf Browser; y Quwa (poder), con Kahf Guard y herramientas de control digital.
Para garantizar el cumplimiento de la Sharia, Kahf cuenta con un equipo interno de muftíes y consulta con eruditos externos. El proyecto ya opera a gran escala con más de 8 millones de instalaciones, 2 millones de usuarios activos mensuales y más de 100 millones de anuncios éticos publicados cada mes. El modelo de negocio se basa en tres pilares: suscripciones, publicidad ética y contenido de pago, y cuenta con el respaldo de una financiación inicial de 900 000 dólares aportada por más de 50 inversores.
Los fundadores recalcan que esto no es solo un negocio, sino un movimiento. Omar Al Zabir subraya: «No somos solo un negocio, somos un movimiento». El objetivo es permitir que la Ummah «recupere su valioso tiempo y el internet para lo que realmente importa: fortalecer su relación con Allah».
De este modo, Kahf ofrece un espacio digital seguro, brindando a los musulmanes un entorno tecnológico acorde con sus valores y diseñado para proteger la fe, el conocimiento, la prosperidad y el poder en el mundo virtual.
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