Exhiben en el Ministerio de Educación los murales del proyecto “Memoria AMIA”

Exhiben en el Ministerio de Educación los murales del proyecto “Memoria AMIA”

A través de un convenio firmado por AMIA y el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, seis murales que componen el proyecto “Memoria AMIA” pueden visitarse, a partir de ahora y durante un año, en la planta baja del Palacio Sarmiento, ubicado en Pizzurno Nº 935 en la ciudad de Buenos Aires.

La exhibición, que fue inaugurada en el marco de la última edición de La Noche de los Museos, será visitada por los alumnos que diariamente recorren la sede de la cartera educativa.

El convenio fue firmado por el ministro Esteban Bullrich; el vicepresidente 1º de AMIA Ralph Thomas Saieg; el secretario general Mario Sobol; y el tesorero Jorge Leicach.

La tragedia de la Shoá, Malvinas, el atentado a la AMIA, el genocidio armenio, los desaparecidos durante la última dictadura militar en la Argentina y la lucha de los pueblos originarios de nuestro territorio, son los seis grandes temas presentes en los murales, que son obra de Mariano Sapia, Leonardo, Faradje, Omar Panosetti, Claudio Gallina, Diego Perrotta, y Leonel Luna, respectivamente.

En palabras de Elio Kapszuk, curador y responsable del Espacio de Arte AMIA, los murales "representan una apelación constante al ejercicio de la memoria colectiva para las nuevas generaciones, y permitirán reflexionar sobre los acontecimientos nacionales e internacionales que como sociedad no debemos olvidar”.

“Murales por la Memoria” es un proyecto creado por la AMIA y la SIGEN en el año 2007 con el objetivo de contribuir desde la creación artística a detener el trabajo cotidiano y corrosivo del olvido. El punto de partida fue una pregunta que se transformó en el hilo conductor del proyecto, ¿de qué no nos tenemos que olvidar los argentinos? 

“La respuesta acompaña una acción, recordar, traer al hoy aquello que sucedió y hacerlo presente. La memoria no es un hecho que se dé naturalmente, es una elección que hay que ejercitar, nutrir y trabajar", destacó Kapszuk. "Es parte indisoluble y constitutiva de la identidad porque somos también aquello que decidimos recordar. Cuando operamos en esa dirección se crea sentido y se da lugar a la producción simbólica, que en sus distintas manifestaciones es fundamental tanto para mantener viva la memoria del horror como para interpretar sus diversos significados", concluyó el responsable del Espacio de Arte AMIA.

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