Escándalo por el desalojo de una iglesia en Ituzaingó: una pastora terminó detenida

Escándalo por el desalojo de una iglesia en Ituzaingó: una pastora terminó detenida

Ocurrió sobre la calle Laguna al 2100, al sur del distrito. El dueño legítimo del predio tomó posesión del lugar, que estaba abandonado desde hacía tres meses, y parte de la congregación se rebeló para intentar evitar ser echada.

Un verdadero escándalo se desató ayer por la tarde en un inmueble en el que funcionó, al menos hasta hace tres meses, la iglesia Cristo la Vida, sobre la calle Laguna al 2.100 de Ituzaingó sur.

Fuentes judiciales informaron a Primer Plano Online que el conflicto se originó luego del reclamo de parte del titular del predio a los pastores encargados de la congregación. Lo que pretendía el hombre era la devolución del lugar, dado que hacía varias semanas que el templo estaba sin actividad y se acumulaban boletas para pagar y el lógico abandono del lugar.

Así, el legítimo dueño de la propiedad se presentó en la mañana del miércoles con la llave que tenía, pero alguien de la cuadra avisó a la pastora responsable. Ese hecho desató el caos, porque mientras el titular del terreno estaba en su interior llegó la Policía tras un llamado al 911.

El hombre argumentó ante los uniformados que era un predio de su pertenencia, mostró el título respectivo y parecía terminarse todo. Pero de repente apareció un feligrés con un palo con claras intenciones de agredir al sujeto que tomó la posesión del templo.

“Dio marcha atrás y chocó al auto del dueño del predio. Después escapó y la Policía lo siguió para aprehenderlo. Estaba con su familia a bordo, incluido un bebé”, precisó una fuente de la investigación. Lo cierto es que, al frenar y disculparse por lo ocurrido, el hombre informó que dentro de la iglesia estaban, entre otras cosas, equipos de música que le pertenecen a la pastora.

Luego de ese incidente, los protagonistas fueron a la comisaría a realizar la respectiva presentación y dejar asentado que el dueño legítimo tomaba posesión del predio, todo en un marco “amigable”, definió otra fuente consultada. Pero no era tan así: pasaban otras cosas.

De golpe llegó otro llamado al 911 que indicaba que un grupo de personas había ingresado por la fuerza al templo. “Fajaron al cuidador que el dueño había dejado en el lugar, pudieron candado y lo echaron”, describió el vocero judicial. Entre las personas que había intrusado el terreno está la pastora encargada de la congregación, que fue aprehendida junto a otros tres sujetos.

Ahora, esas cuatro personas están imputadas por los delitos de usurpación de propiedad y lesiones. El lugar quedó cerrado, a disposición del legítimo propietario.

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