Ernesto Cavassa: "La reforma de la Iglesia depende de todos, no sólo del Papa"

"Me parece que la elección de Bergoglio es un homenaje a los procesos de Medellín y Aparecida"

Por Jesús Bastante

Ernesto Cavassa es jesuita, y rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, en Perú. Una universidad católica con el nombre de uno de los responsables de las famosas "reducciones" jesuitas del Paraguay, y que busca formar jóvenes "competentes, conscientes, comprometidos, compasivos y creativos".

"A mí me parece que la elección de Bergoglio es un homenaje a Medellín", señala, apuntando que el cambio que precisa la Iglesia "depende de todos, no sólo del Papa. El Papa juega un rol muy importante, es el hombre que nos está impulsando a ir para adelante. Pero es solamente una persona. No depende de él ni de su equipo de gobierno, el consejo de cardenales que él ha constituido. La Iglesia somos todos".

 

¿Recién Llegado de Perú?

Recién llegado de Roma donde he participado en un congreso internacional convocado por la Congregación de Educación Católica

Muy interesante, ha sido un diálogo con el Papa pregunta- respuesta

Sí, excelente el diálogo final, pero también excelente los días previos. Han sido dos días intensos. Hemos trabajado en Castel Gandolfo. Dos grupos distintos, el grupo de escuelas por un lado, y el grupo de universidades por el otro. 

Creo que los que convocaban este encuentro quedaron contentos. Me parece que están animados por volver a relanzar temas de lo propio, como la educación católica hoy en el mundo. Tanto en el campo de las escuelas como en el de las universidades.

Que no sólo es la enseñanza de la religión, sino de muchísimas otras cosas. Que a veces confundimos la parte por el todo.

Así es. La educación en zonas de frontera, o en áreas de refugiados y de emigrantes. O cómo implementar la educación en zonas de guerra. Ese tipo de temas son los que hemos estado trabajando estos días. A mí me sorprendió gra tamente no sólo los temas, sino también la convocatoria. Alrededor de 3000 personas han venido de todas partes.

Ha sido intenso, porque hemos tenido básicamente seminarios de reflexión. Ha habido poco trabajo de comisiones. En realidad, la participación del publico básicamente era a través del diálogo, que normalmente era muy breve. Hemos tenido presentación y tres ponentes que reaccionaban a esa presentación inicial y tenían como referencia el documento que previamente se había enviado: el instrumentum laboris, y las respuestas al cuestionario que se había solicitado, aproximadamente unas 150. Sobre esa base intervenían los primeros presentadores, y a esa primera presentación respondían los participantes.

Un trabajo ímprobo

Tres años de trabajo previo y como dijo Monseñor Sani, aplicando un método sinodal. Entendiendo por método sinodal un método de consulta. Muy participativo y muy consultivo. Han acudido a las instancias locales, en donde se realizan finalmente las acciones, para que a partir de eso se pueda reflexionar a nivel mundial de todos estos temas.

Todavía no hemos dicho quién es Ernesto Cavassa. Ha sido muchas cosas pero hoy es el rector de una universidad privada con un nombre muy relevante históricamente. Antonio Ruíz de Montoya, uno de los jesuitas más conocidos por las famosa reducciones del Paraguay en una época muy convulsa.

Así es, más conocido en Paraguay que en Perú, pero que conforme la universidad se va posicionando en la sociedad peruana, va siendo más conocido. Un peruano, porque es nacido en Lima, que después de un período de juventud, un tanto disipado, al estilo ignaciano, decide entrar en la Compañía, como misionero. Con una clara vocación misionera pide a los superiores ser enviado a las misiones que ya se estaban comenzando a gestar en Paraguay, las misiones con los guaraníes. Es el gran organizador de las misiones, el que lidera toda una migración de guaraníes en las zonas colindantes con los paulistas, precisamente para protegerlos, de tal manera que los lleva a lo que hoy es Paraguay y el norte argentino, para protegerlos. Imagínate unas 12000 apersonas haciendo esta migración.

En todos los momentos de la historia el ser humano ha tenido grandes migraciones, desde el Éxodo hasta hoy.

Así es, por eso quizás los jesuitas estamos tan vinculados al campo de la migración. Hoy día hablamos de Servicio Jesuita de Refugiados y Emigrantes, con el padre Arrupe, sobretodo, pero cogiendo una tradición que viene de atrás y se remonta a situaciones como esta.

Montoya fue uno de los responsables de ese proceso que fue muy significativo para la época, porque los protegió en un momento en que estando dispersos, eran fácil presa de los paulistas, de los hacendados que querían mano de obra barata, para sus fundos. De ese modo el hombre los organizó en reducciones, ya que estos eran pueblos nómadas. Y finalmente quedan en aldeas. Si vas a Paraguay ves cómo estaban formadas las reducciones y la organización, que se podía llevar con muy pocos jesuitas. En cada reducción había dos o tres a lo sumo.

Estamos hablando de también de la corresponsabilidad de la inserción plena de los guaraníes en la sociedad y también en la organización eclesiástica.

Y un modelo de organización que era por un lado comunal, es decir, cívico, ciudadano, a la vez que eclesial. Los jesuitas de esa época supieron hacer una buena conjunción de participación cívico-ciudadana y eclesial para poder llevar adelante una convivencia adecuada.

Son unos adelantados a su época y probablemente por eso sufrieron lo que sufrieron. Porque en esa época se acaba rompiendo con la supresión de la Compañía.

Por eso queremos recuperar ese personaje, nos parece emblemático y muy significativo. Además da orientación y guía a lo que es la misión de la universidad. La universidad no se mira para sí misma, sino hacia afuera, como un servicio a la sociedad, mirando siempre la misión. Y la misión en la frontera, que es lo que nos consideramos: una universidad de frontera. Nos interesa vincularnos con aquellos procesos sociales que se están dando en el Perú con la perspectiva de crear un país nuevo. Un país diferente en donde haya más igualdad, más equidad y más justicia.

¿Y hay otras universidades también católicas en Perú?

Sí, pero hay que diferenciarlas. Sobretodo en un momento en que en Perú han brotado muchísimas universidades de todo signo, algunas de un signo más mercantilista, buscando lucrarse con la educación. Nosotros intentamos diferenciarnos de estas universidades de la Iglesia, que son societarias, es decir, con fines de lucro. Nosotros nos consideramos privadas, pero sin fines de lucro porque nuestro objetivo es educar, no ganar. Evidentemente esto se tiene que sostener económicamente, pero para nosotros no es un arma para hacernos ricos, ni mucho menos. Por el contrario es un servicio para que la sociedad pueda ir desarrollándose cada vez con mayor sostenibilidad. 

Ahora bien, dentro de estas sociedades sin fines de lucro, nuestra universidad pretende también realizar su propia misión. Y la misión está muy orientada por lo que han sido las últimas congregaciones generales, de ir relacionando los temas de fe con los temas de justicia. El servicio a la fe y la promoción de la justicia es un lema que nos viene de la congregación XXXII, de la época del padre Arrupe y que debe marcar todas las misiones apostólicas y también las de la universidad como si fuese un sello.

La educación es indispensable para construir un mundo más solidario y más justo donde haya menos desigualdades y menos pobreza. Sin educación no podemos formar a las nuevas generaciones para un mundo nuevo.

Así es. Y eso fue procesado y elaborado con mucha fuerza dentro de AUSJAL, que es la Asociación de Universidades encomendadas a la Compañía de Jesús en América Latina. Está compuesta en una red de 31 universidades. Nosotros somos una de las últimas en crearse, la Ruiz de Montoya, y hablamos de qué manera, como universidades jesuitas, tener incidencia en nuestros respectivos países. De manera que los profesionales que se formen con nosotros, no solamente sean competentes, no solamente sean críticos, sino que además sean comprometidos y sean compasivos. Son las cuatro "ces". En la Ruiz de Montoya hemos añadido una quinta "c", porque nos parece muy importante y es que sean también creativos. Que sean capaces de innovar, porque el mundo de hoy no te exige acumular conocimientos, sino innovar conocimientos, que para acumular ya tienen bastante.

Vamos a repetir las cinco "ces"

Son competentes, conscientes, comprometidos, compasivos y creativos.

Háblanos un poco del cuerpo de la universidad. Cuántos alumnos hay, que grados dais, profesores, implantación...

En este momento somos un cuerpo de unos 1700 alumnos, 1300 de los cuales están en pregrado y 400 en posgrado. Una planta de 300 docentes, algunos de los cuales van, dan su clase y se retiran. Pero una planta estable de unos 130 en este momento. Comenzamos con dos carreras, la Educación y la de Filosofía. Conforme han pasado los años, (nosotros nacimos en 2003), han ido surgiendo otras carreras y en este momento son diez. Con tres facultades: Ciencias sociales, Filosofía, Pedagogía y Letras y la Facultad de Ingeniería y Gestión.

¿Y no tenéis Periodismo?

Sí, tenemos Periodismo. Se crea precisamente al ver el tipo de periodismo que se hace en el Perú, que es de muy baja calidad. Hemos querido tener un periodismo de investigación, por un lado y un periodismo cultural que sea capaz de hacer un buen análisis social y político de las situaciones y no solamente quedarse en la farándula o en el espectáculo. Tenemos allí un buen grupo de periodistas que enseñan, y una de ellas que es probablemente una de las más prestigiadas, decía el otro día que le gustaba mucho enseñar en la Ruiz de Montoya porque veía que había una gran diferencia respecto de otras universidades. Y al preguntársele por qué, ella decía: lo que pasa es que en la Ruiz de Montoya antes de estudiar las carreras propiamente, tienen todos los alumnos dos años de humanidades. Las carreras se estructuran con dos años de humanidades y tres de especialización. Y en esos dos años los alumnos reciben carreras básicamente humanísticas y una metodología que les permite llegar a las fuentes y tener una visión global antes de tener una especialización.

Es decir, que formáis para la ciudadanía antes de concretar en qué lugar de la ciudadanía aplicar esos conocimientos.

Al comienzo los chicos se revelan porque dicen: de qué me va a servir todo esto. Pero después de pasados esos dos años cuando les consultas, bueno y qué tal? dicen que para ellos lo fundamental son los dos años de humanidades. Porque ahí se están incorporando no solamente a contenidos sino a un modo de acercarse a la realidad que después les va a quedar para toda la vida, porque les amplía el horizonte.

Para nosotros lo interdisciplinar es un eje transversal así como lo es lo intercultural. La universidad cada vez recibe más muchachos de todas partes del país gracias a la ayuda del Estado con un programa que se llama "Beca 18", y en este momento tenemos 350 chicos que nos vienen de todos los lugares del Perú. Si uno quiere captar lo que es el Perú puede ir también a la Universidad Ruiz de Montoya y darse un baño de Nación.

Hablabas antes de las universidades jesuitas coordinadas en América Latina, aquí también se está haciendo. América Latina interesa más. Has sido Presidente de la Conferencia de Provinciales. Desde esa atalaya has podido tener una visión más amplia de la realidad de la Iglesia y de la sociedad en toda América, que es difícil de entender para los que no vivimos allí. Tendemos a pensar que América es un todo y son muchísimas partes bien diferentes. ¿Cual es tu visión de América Latina, y de la Iglesia en América Latina hoy?

Hemos crecido mucho en la medida en que nos hemos integrado a través de redes. La que acabas de mencionar es una de ellas, la que vincula las universidades. Hay además otras redes, por ejemplo, la que vincula los colegios, que se llama FLACSI, Federación Latinoamericana de la Compañía de Jesus, hay redes que vinculan a emisoras y asedios de comunicación, llevados por la Compañía de Jesus. Hay una red que vincula las parroquias, de la Compañía de Jesús también, otra de centro sociales. Son diversas redes y de alguna manera la Conferencia de Provinciales de América Latina tiene la misión particular de llevar adelante esas redes específicas que fueron creadas en su mayor parte mucho antes que la misma conferencia. Y después, al crearse la Conferencia, se han articulado bastante bien en ese conjunto.

Una red que se creó antes y que ustedes deben de conocer mucho aquí es la de Fe y Alegría. Es una red muy rica, que viene desde la creación por el padre Vélaz en Venezuela, y que en este momento se está extendiendo a Europa, por un lado, pero también a África. Comienza a plantearse como un modelo de gestión. Todas estas redes que se han ido generando se enriquecen en la medida que hay también un órgano que es provincial y de gobierno, como es la Compañía de Jesús, que no solamente las promueve sino que les da un marco.

La última cosa que ha hecho la Conferencia Provincial es hacer un marco apostólico común. Las provincias tenían sus propios planes apostólicos. Bien, pero y dónde quedaba América Latina en ese plan? Lo que hizo la Conferencia fue ayudarnos a mirar juntos ese territorio común que todos convivimos para ver de qué manera podemos tener también una función a nivel latinoamericano.

Y desde una visión de conjunto, saber cómo podemos incidir mejor para crear una patria grande pero integrada , justa y más igualitaria. Por supuesto con menos conflictos internos y tratando de solventar de manera digna las diferencias o fricciones que puedan ocurrir entre nuestros respectivos países. 

La compañía de Jesús quiere hacer un aporte en esto y por ejemplo, una de las cosas que está haciendo es identificar algunos territorios como prioritarios. Identificó Haití como una prioridad, y Cuba, donde tenemos una presencia significativa, y donde queremos apoyar para que todos los procesos que se den lo hagan de la mejor manera posible. Como tercera prioridad apostólica se identificó la Amazonía como un espacio común a varios países y a varias provincias nuestras, y que tiene una particularidad, por el hecho de que existen culturas propias amazónicas, de que allí están los pulmones de la humanidad. Tenemos que respetarla y cuidarla, porque de eso dependemos todos. Merece una atención particular y allí queremos estar como jesuitas latinoamericanos.

¿Como os afecta a los jesuitas latinoamericanos el hecho de que en Roma haya un jesuita latinoamericano como papa?

Va más allá que los jesuitas. El Papa es el papa de la Iglesia, si bien es verdad que ha sido formado en la Compañía de Jesus. Es la Iglesia la que ha resultado gananciosa de este proceso. Me parece que al nombrar un latinoamericano en ese puesto, lo que la Iglesia ha hecho es reconocer un proceso eclesial desarrollado después del Concilio en América Latina, y de alguna manera iniciado en Medellín. A mí me parece que la elección de Bergoglio es un homenaje a Medellín.

Y a "Aparecida" que es además donde tú conociste a Bergoglio

Pero quiero comenzar por Medellín, porque me parece que es la lectura que Latinoamérica hace del Concilio, tres años después. Latinoamérica recibe el Concilio. Hay un proceso de recepción como sabes de todos estos documentos conciliares que suelen ser largos. Y en el año 68, tres años después, se reúnen en Medellín. Quieren ver de qué manera se puede hacer lo que la "Gaudium et Spes" había pedido: esa relación particular entre Iglesia y mundo. Pero a partir de nuestras propias realidades. Y están los documentos básicos de Medellín: el documento de la Pobreza, el de la Justicia, el de Paz..., en fin, todos estos documentos que conocemos bien y que van a marcar una camino, una orientación y una impronta.

Hasta hace poco nos parecían documentos de máximos, absolutamente utópicos.

Claro, después va a venir "Puebla", que va a rectificar ese camino, más tarde "Santo Domingo", y finalmente "Aparecida" donde además Bergoglio tiene un papel muy importante porque es el presidente de la Comisión de Redacción y el que consigue con el apoyo de sus equipos y sus asesores armar un texto que es muy significativo. Si uno quiere entender qué es lo que está haciendo el papa Francisco hoy, yo recomendaría que se leyese "Aparecida". El capítulo 8 es fundamental, habla de los nuevos pobres y de las nuevas pobrezas, de qué significa hoy la promoción de la justicia. Son cosas que orientan a uno y le hacen entender por qué la primera salida que hace el Papa es a Lampedusa. Detrás eso está lo que es propio de la pastoral latinoamericana: acercarse allí donde la gente sufre.

Este Papa tiene detrás un perfil personal, filosófico, político y moral muy bien planteado. No es un niño de tres años que de repente ha llegado a Roma.

Y es eclesial latinoamericano. Lo que creo que este papa está haciendo es traer a Roma y a Europa y llevar al mundo una práctica eclesial que es la que ha caracterizado a la Iglesia de América Latina en los últimos 50 años. Y resulta significativa. Por eso el Papa impacta. Por eso es que resulta sorprendente y es un líder mundial. Más allá que la Iglesia católica y de la Compañía de Jesús, es un líder humano. Está diciendo cosas que tocan a todas las personas independientemente de su credo o religión, de su origen nacional o de si tienen o no tiene fe. Es impresionante el impacto que está teniendo Francisco hoy día

¿Crees en la revolución de Bergoglio?

Si le dejan. Porque las instituciones pueden ser organismo complicados. Una cosa es la voluntad de líder, o los deseos que éste pueda tener, y otra el engranaje institucional por el cual se tienen que hacer realidad y concreción esos deseos y esas voluntades. Y no siempre todo el conjunto acompaña al líder o a sus deseos, de tal modo que no es fácil que rápidamente todo eso se convierta en realidad. 

Eso tiene un pro y un contra. El contra es que avanzamos lento. Pero el pro es que permite que todo el cuerpo vaya poco a poco asimilando esta novedad y haciéndola suya. Se va apropiando de eso, que parece nuevo y avanzado, pero que realmente es lo que hace que la Iglesia sea relevante para los hombres y mujeres de hoy. Entonces, si queremos una Iglesia significativa para las familias, tenemos que escuchar los problemas de las familias hoy y tenemos que dar una respuesta actual a esos problemas. Por eso me parece muy importante el método utilizado en el sínodo. Primero con el cuestionario, recogemos cómo está la situación. Lo primero es escuchar y reflexionar, y entonces podemos actuar. Es la práctica latinoamericana: ver, juzgar y actuar, para tratar de responder de la mejor manera posible a los problemas que tiene la gente.

¿Hay futuro para ese modelo de Iglesia? En un mundo tan globalizado, con guerras mundiales a trocitos, como dice el Papa, con la Iglesia en Europa con unos índices de popularidad bastante bajos.

Yo creo que depende de todos, no sólo del Papa. El Papa juega un rol muy importante, es el hombre que nos está impulsando a ir para adelante. Pero es solamente una persona. No depende de él ni de su equipo de gobierno, el consejo de cardenales que él ha constituido. La Iglesia somos todos. Y depende de que todos estemos colaborando en este impulso del espíritu, porque aquí hay un espíritu muy fuerte. Incorporarnos a esa dinámica del reino de dios, para que realmente podamos ser relevantes para los hombres de hoy. 

Creo que las personas de hoy nos miran con cierta suspicacia, con razón. Si hemos caído en pecados tan graves como la pedofilia, cómo podemos pedir que confíen en nosotros si no podemos los remedios necesarios. Tienen que cortarse totalmente ese tipo de cosas, si no, vamos a seguir despertando suspicacias. O situaciones que hieren la sensibilidad, por ejemplo, cardenales que se retiran, y que siguen viviendo en palacetes, cuando el mismo Papa vive en 50 metros cuadrados. Hay situaciones que nos invitan a nosotros, los hombres y mujeres de Iglesia, a repensar nuestro propio estilo de vida. Lo que pide además el Papa en la encíclica "Laudato si", para poder vivir un estilo de vida acorde con el evangelio, mucho más austero, para que sea creíble. La credibilidad es lo que nos está faltando hoy en la Iglesia. Es clave para que el evangelio pueda realmente entrar e impregnar al conjunto social.

Ernesto Cavassa, rector de la Universidad Ruíz de Montoya de Perú. Un placer. Esta es tu casa.

Gracias a ti, Jesús, y a los que componen este espacio de libertad, que nos ayuda a expresarnos de la mejor manera posible y a seguir creando a través de los medios de comunicación.

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