Enviado del Papa a Ucrania le cuenta «cosas terribles» de la guerra

Enviado del Papa a Ucrania le cuenta «cosas terribles» de la guerra

El cardenal Krajewski rezó la Coronilla de la Divina Misericordia ante los «cadáveres torturados» en Ucrania. En la audiencia general, el Papa pidió rezar el Rosario por la paz y por el «pueblo atormentado» ucraniano.

 

Al final de la audiencia general del 28 de septiembre de 2022, el papa Francisco explicó que habló con el cardenal Konrad Krajewski, su limosnero apostólico, que le contó «cosas terribles» de la guerra en Ucrania, quien regresó recientemente de su visita al frente para consolar y dar apoyo a la población. 

En la plaza de San Pedro, ante miles de peregrinos y fieles, el pontífice en italiano compartió su pensamiento «por la martirizada Ucrania que tanto está sufriendo. Esa pobre gente tan cruelmente atropellada». 

Rezar el rosario por la paz 

«Esta mañana -reveló el Papa, de nuevo de pasada- he podido hablar con el cardenal Krajewski, que volvía de Ucrania y me ha contado cosas terribles. Pensamos en Ucrania y rezamos por este pueblo martirizado».

Al mismo tiempo, recordó la fiesta de San Miguel Arcángel y mencionó al Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, que lo celebrará como su patrón. 

Sucesivamente, el Papa insistió ante los fieles polacos a rezar el rosario por la paz del mundo, esto a una semana de que el presidente Vladimir Putin amenazó con usar armas nucleares: 

«Dentro de unos días comienza el mes de octubre, tradicionalmente dedicado a la Virgen del Rosario. Recitando esta oración en comunidades y familias, confíen a María vuestras preocupaciones y necesidades en el mundo, especialmente la cuestión de la paz».

En la pasada audiencia general, Francisco había anticipado detalles de su llamada telefónica con el cardenal Krajewski desde el frente ucraniano, donde se encontraba en una misión durada casi dos semanas.

El cardenal polaco le «contó el dolor» del pueblo ucraniano y la «terrible situación» que atraviesa el país. El Pontífice volvió a pedir a los cristianos que se unan en oración con el pueblo ucraniano «atormentado». 

El Papa asimismo dijo que el cardenal le había contado «las salvajadas, las monstruosidades, los cadáveres torturados» que había visto. El mismo purpurado estuvo envuelto en un tiroteo el 18 de septiembre, mientras llevaba ayuda humanitaria y conforto espiritual y del que salió ileso. 

El 20 de septiembre, el cardenal estuvo en Izium, lugar donde los rusos dejaron los cadáveres de casi 500 personas y donde rezó ante los restos enterrados en fosas comunes la Coronilla de la Divina Misericordia (20.09.2022).

Es la segunda vez que el cardenal polaco reza ante fosas comunes. El 15 de abril, presentó sus respetos a las tumbas descubiertas en los alrededores de Bucha, al norte de Kiev. 

En Izium afirmó que no había palabras, ni llanto suficiente y sólo dijo que rezaba a Jesús: «Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero», «¡Jesús, confío en ti!»

Según la tradición es la oración que evoca la Misericordia para una muerte feliz, pues Jesús enseñó a santa Faustina Kowalska (1905-1938) la Coronilla de la Misericordia: «Cuando recen esta Coronilla junto a los agonizantes, Yo me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como justo Juez, sino como Salvador Misericordioso». 

Por otro lado, en la catequesis de este miércoles sobre el discernimiento, el Papa pidió rezar con el corazón y sentir la cercanía de Dios que es nuestro amigo en las dificultades y las alegrías. 

«Estar en oración no significa decir palabras, palabras, palabras: no, abrir mi corazón a Jesús, acercarme a Jesús, dejarle entrar en mi corazón y hacerme sentir su presencia allí. Y ahí podemos discernir cuándo es Jesús o cuándo somos nosotros con nuestros pensamientos, tantas veces alejados de Jesús». 

Así lo reiteró el Papa, al final de la audiencia de hoy: «Pidamos esta gracia: vivir una relación de amistad con el Señor, como un amigo habla a un amigo», la invitación a los presentes en la Plaza de San Pedro. 

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A continuación, contó una anécdota: «He conocido a un viejo hermano, religioso, que es portero en un internado. Él, cada vez que podía, se acercaba a la capilla, miraba al altar y decía: ¡Hola!

Porque tenía cercanía con Jesús. ¡Hola! Estoy cerca de ti y tú estás cerca de mí: esta cercanía, la cercanía emocional con los hermanos, la cercanía con Jesús, una sonrisa, un simple gesto, y no recitar palabras que no llegan al corazón’. Es una gracia que debemos pedirnos unos a otros», recomendó el Papa. 

Por último, invitó a «ver a Jesús como nuestro mayor y más fiel amigo, que no chantajea, sobre todo que nunca nos abandona, incluso cuando nos alejamos de él.»

«Cuando nos alejamos de él, se queda en la puerta del corazón. Él permanece ahí, a nuestro alcance, al alcance de nuestro corazón, porque siempre es fiel. Avancemos con la ‘oración del Hola’, para saludar al Señor con el corazón, la oración del afecto, de la cercanía, con pocas palabras pero con gestos y buenas obras».

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