Entrevista exclusiva al rabino del Kotel: “Valoro el esfuerzo de cada padre y madre por enseñar judaísmo a las futuras generaciones”

Entrevista exclusiva al rabino del Kotel: “Valoro el esfuerzo de cada padre y madre por enseñar judaísmo a las futuras generaciones”

El líder espiritual recibió a la Agencia Judía de Noticias en el lugar más representativo del pueblo judío. Durante el diálogo destacó lo importante que es visitar el Muro de los Lamentos y la continuidad de la enseñanza judaica en la juventud.

El rabino principal del Muro de los Lamentos, Shmuel Rabinovitch, recibió este domingo al director de la Agencia Judía de Noticias Daniel Berliner con quien compartió la relevancia del encuentro del pueblo judío con el Kotel.

“Nosotros siempre intentamos preparar la enseñanza del Kotel (Muro de los Lamentos) para la próxima generación, porque es un lugar que conecta entre el pasado y el futuro. Entre nuestra historia y lo que seremos. Nos da nuestra fortaleza y nuestra creencia. Queremos resguardar al pueblo judío y el lugar que más lo representa”, sostuvo.

— ¿Cuál es su cargo en el Kotel?

—El cargo está dividido en tres partes. La primera es la responsabilidad de administrar el lugar, todo lo que ocurre, los libros de tfilá, todo eso depende del Rabino del Muro de los Lamentos (Kotel). Esa es la responsabilidad que aparece en la ley. La segunda parte es la parte representativa, el rabino del Kotel representa el lugar central del pueblo judío. Todo judío sabe lo que es el Kotel, lo visita, lo mira y le reza. Y la tercera parte es la más importante, es la responsabilidad educativa. Nosotros siempre intentamos preparar la enseñanza del Kotel para la próxima generación, porque es un lugar que conecta entre el pasado y el futuro. Entre nuestra historia y lo que seremos. Nos da nuestra fortaleza y nuestra creencia. Queremos resguardar al pueblo judío y el lugar que más lo representa. Acá el hombre entiende que es, porque es y como es y cuál es la importancia de ser judío. Nosotros acá descubrimos raíces.

— ¿Qué hacen para representar la importancia del pasado y el futuro?

—Nosotros intentamos traer a toda la juventud de Israel. Cualquier niño, cualquier soldado del ejército que viene a visitar. Exponemos cosas para que la gente que viene a visitar el lugar entienda nuestra cadena de generaciones. Nosotros explicamos a cada visitante que su familia salió de Jerusalem hace 2000 años y vuelve a Jerusalem después de 2000 años. Las cuevas del Muro de los Lamentos son algo que percibe la historia. Historia no es una materia interesante, pero cuando tocas las piedras, entendes porque estas acá. El encuentro con el Kotel es muy profundo. Nosotros armamos proyectos para todas las áreas y con todos los motivos para que vengan acá, porque cuando salen del Kotel, salen siendo personas diferentes.

— ¿Cómo puede explicar ese sentimiento sagrado que tiene el Kotel?

—Lo sagrado no requiere explicación, lo sagrado requiere que lo sientas. Yo creo que la mayoría de las personas se sienten bendecidas acá. Me encuentro con personas que no tienen ninguna relación con la religión, pero llegan acá y se le caen las lágrimas. No por nada se le llama el Muro de los Lamentos. Hubo una vez un estudiante de Estados Unidos, que estuvo acá en el marco de un proyecto de elecciones de liderazgo con Taglit. Vieron acá y este estudiante se me acerca y me dice: “no estuve en un templo en mi vida, en mi vida me puse tefilim”. Vine acá, me puse los tefilim y me pare frente al Kotel y lloré” y me pregunta “¿Cómo hago, cuando me vaya de acá, para seguir sintiendo esta sensación?” Le dije si queres conservar eso que sentiste acá, tenes que hacer un ejercicio espiritual, no importa si no es en un templo. Nosotros tratamos de transmitir a cada uno, lo que sintió en este lugar para que prepare su espiritualidad. No nos metemos en cómo y de qué manera la preparan, pero eso tiene que conservar su religiosidad. 

— ¿Cómo explica lo que ocurre con la gente no judía que viene acá?

— El rey Salomón le pide a Dios que toda plegaria que hagan los hombres, se reciban desde esta casa. No importa si estas pidiendo por asuntos personales o por asuntos generales. Él le dice a Dios que todo lo que se pida, no revise si la persona lo merece o no lo merece, que se lo dé. Y acá le agrega que también para el no judío que viene de países lejanos y no del pueblo de Israel, que lo escuche. Este lugar sea no solo para los judíos, sino también para los no judíos. Siempre les digo esto a los líderes del mundo: el rey Salomón nos dijo a los judíos, ustedes no tienen el monopolio sobre Dios. Dios le pertenece a todos. Nuestro problema en este mundo es que hay mucha gente religiosa que cree que tiene el monopolio sobre Dios. El que cree que tiene monopolio sobre Dios, significa que no tiene Dios. Por eso también el no judío siente lo mismo en este lugar, porque su plegaria se recibe. 

—¿Cuánta gente reciben por año?

—11 millones por año. Somos el lugar más visitado de Israel. 

—¿Qué paso cuando vino el Papa Francisco al Kotel?

—Yo recibí a tres Papas. No hay duda de que es el primer Papa que tuvo muchas ganas de emprender una amistad con el pueblo judío y de entender el Holocausto. Se emocionó mucho durante la visita, nos dimos cuenta.

—¿Tuvo algo que ver con su visita?

—El Kotel no necesita el acuerdo de nadie. Nos pertenece a nosotros, a nuestros corazones, le pertenece al pueblo judío. No necesitamos reverenciarnos frente a nadie y no necesitamos permisos de nadie. Ni de ningún país ni de ningún partido político. El Kotel es como dijo el Rabino Cook: “hay corazones de piedra y hay piedras con corazón de hombre”. Pero no existe posibilidad que venga el Papa a Israel y no pase por el Kotel. 

—¿Cómo ve desde Jersualem al mundo judío del mundo?

—Yo aprecio mucho más al judío en Argentina que conserva su religión y creencia, que al israelí que respeta su religión en Israel. Valoro el esfuerzo de cada padre y madre por enseñar judaísmo a las futuras generaciones. Traerlos acá a Israel, conectarlos todavía más a nuestras raíces para que no perdamos al pueblo judío. Cuando el hombre se va de este mundo y logró que sus hijos pudieran conectarse con su religión, todos los días se alegrará por eso. Esa es la responsabilidad de cada padre, hacer todo, intentar todo. Creo en la continuidad del pueblo de Israel, no creo que haya alguien que nos pueda vencer. No tengo duda que Dios cuida sobre Israel. Quiero transmitir este mensaje a todos los judíos de Argentina para que vengan a visitar, en especial a las futuras generaciones. Velar por su educación, velar por las raíces, conectarlos al mismo punto judío que comparten todos los judíos e intentar que todos conserven su religiosidad.

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