¿Efecto Trump? Los obispos estadounidenses ponen límites a la acogida de inmigrantes

Afirman que la misericordia "no significa que tengamos que invitar a todos los pobres del mundo al país".

"No significa que estemos obligados a invitar a todos los pobres del mundo al país y a desatender al bienestar de los que ya están aquí". Según los obispos de EEUU, la misericordia predicada por Jesucristo en Lucas 14 -"Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos"- tiene un límite, al menos en lo que la inmigración se refiere.

Así se han expresado en una "homilía modelo" que acaban de publicar para la Semana Nacional de la Migración que tendrá lugar en enero de 2017.

Este escándalo de la aparente indiferencia de la Conferencia Episcopal por los inmigrantes en EEUU fue denunciado este martes por Michael Sean Winters en el National Catholic Register, quien comentó que la homilía modelo "suena a algo que podría haber sido escrito por alguien del equipo de transición de Trump". Y es que los obispos del país parecen indicar en este documento que los inmigrantes, como unos cananeos, solo tienen derecho a las migajas que caen de la mesa de la riqueza nacional y no al pan de la prosperidad en sí.

"Este pasaje", se afirma en la homilía modelo, a propósito de la enseñanza de Jesucristo en Lucas 14, "más bien nos invita a reflexionar sobre el grado en que nosotros, de nuestro exceso, podemos sostener a los que no tienen suficiente". Esta cláusula de escape -"de nuestro exceso"- lo dice todo, especialmente cuando se reitera a continuación que sólo "donde podamos" y otra vez más "de nuestro exceso" tenemos la obligación de "apoyar y cuidar a los pobres y oprimidos".

Winters observó en su denuncia de esta escandalosa homilía que, aunque los obispos no podían ir más allá de repetir una serie de lugares comunes en sus folletos para la Semana Nacional de la Migración -material que ni siquiera haya sido publicado en español en una traducción oficial -sí han podido encontrar tiempo para producir un vídeo de casi diez minutos sobre el matrimonio católico.

 

Asimismo, la nueva cúpula de la Conferencia Episcopal nacional -compuesta por el cardenal Daniel DiNardo y el arzobispo José Gómez- no anunciaron de forma oficial la formación de un nuevo grupo de trabajo de los obispos sobre la inmigración hasta tres días después de la denuncia del periodista. Winters observó que la creación de esta nueva comisión no fue ni siquiera discutida en la asamblea de los obispos el mes pasado, y que ni parecía una posibilidad hasta que el cardenal Blase Cupich la adelantó el día de la fiesta de la Virgen de Guadalupe.

Como Winters concluye, la aparente relativización de los obispos del drama de los inmigrantes y la potenciación de su defensa del matrimonio "tradicional" parece responder a una estrategia política para ganar el favor del presidente electo Donald Trump. Siguiendo esta línea de pensamiento, la meta de los prelados sería la de conseguir que el republicano derogue la ley de sanidad de Barack Obama que obliga a todas las empresas -incluso las religiosas, sin ánimo de lucro- a brindar planes de salud a sus empleados que incluyen anticonceptivos artificiales.

"Oremos por todos los migrantes, refugiados y otros forasteros en medio de nosotros, para que encuentren fuerza en nuestro afán por la justicia y sientan el calor de nuestro amor". Por mucho que los obispos americanos recomienden a sus fieles a que recen esta petición en sus misas de la Semana Nacional de la Migración, la petición sonará algo hueca hasta que rectifiquen el sermón modelo que recomiendan para esta misma ocasión.

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