“Una de las afirmaciones fundamentales de la declaración conjunta dada a conocer la semana pasada por líderes religiosos de la Ciudad de Buenos Aires, fue que la dimensión religiosa es vital y que constituye nuestra vida cotidiana porque cuida nuestra esperanza” expresó el obispo porteño en declaraciones a Radio Grote a la vez que manifestó su preocupación por la post pandemia: “debemos asumirla en unidad y solidaridad; sin Dios no vamos a poder avanzar en la post pandemia”

Además, el prelado, quien acompañó con su firma la declaración de los obispos de la Arquidiócesis de Buenos Aires recordó en el programa “En Clave Grote” que “vivimos un momento inédito en la historia universal y esta pandemia nos agarró a todos desprevenidos por ello también experimentamos incertidumbre y pasados los primeros meses de la cuarentena, Dios no aparecía. Teníamos infinidad de recaudos sanitarios, la preocupación por la pobreza creciente, las empresas y comercios que cerraban…y Dios no estaba. Nuestra gente es religiosa y la religión es un ámbito que todos necesitamos para seguir adelante.”

Consultado sobre la adhesión de la Ciudad de Buenos Aires al protocolo ILE, afirmó conocer y querer a médicos que son activistas del aborto y recordó que “si el dato de 8388 interrupciones legales en el 2009 fuera cierto estamos hablando de casi 4000 mil mujeres que perdieron la vida. Siempre pienso: si esto lo hubiera pensado tu papá o tu mamá vos no estarías aquí; gracias a Dios que los papás de ellos no pensaban de esta forma. Es cierto que los partidarios del aborto lo promueven para preservar la vida de mujeres que mueren por abortos clandestinos; yo no quiero ninguna muerte por mala praxis, la muerte no se soluciona con otra muerte, debemos seguir custodiando la vida”

Finalmente el prelado asumió que “los sacerdotes siempre tenemos que acompañar a las mujeres que sufren mucho durante largo tiempo por haber practicado un aborto, muchas veces presionadas por las circunstancias; a esas mujeres quiero darles una palabra de paz y consuelo”, dijo Giorgi agregando: “Tenemos que confiar en Dios y reconstruir la vida de esas mujeres y sus hogares. Mi bendición va para ellas porque lo viven con angustia, no se logran perdonar a lo largo de la vida porque tuvieron que abortar, también a las chicas que se juegan por la vida, para las familias que tienen hijos y a los que anhelan tenerlos”