Desde la Iglesia comienzan a alzarse voces contra el cierre de los templos

Desde la Iglesia comienzan a alzarse voces contra el cierre de los templos

El obispo de San Isidro se pronunció "en desacuerdo" con la cancelación de celebraciones religiosas, que se hacen con protocolo, pero pidió que sean acatadas y que las iglesias se abran para la oración. También discrepó con la cancelación de las clases.

Las nuevas restricciones dispuestas por el gobierno ante el avance del Covid-19 que incluyen la suspensión de celebraciones religiosas en el AMBA por 15 días empezaron a ser respondidas por la Iglesia, que manifestó su desacuerdo pero las acatará.

“Ante la enorme crisis sanitaria que ha provocado la pandemia comprendemos que es extremadamente difícil y compleja la toma de decisiones”, dijo el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, en tono conciliador en un comunicado difundido el jueves.

Sin embargo, el prelado expresó que “no está de acuerdo” con la cancelación del culto en el interior de los templos por considerarlo “esencial para alimentar el espíritu de nuestro pueblo ante situaciones que deben encontrarnos con fortaleza espiritual y una esperanza firme”.

“El culto está siendo celebrado con cuidados extremos, respetando las normas y protocolos vigentes”, justificó el obispo sanisidrense y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.

Aunque, teniendo en cuenta la gravedad de la situación sanitaria, el obispado pidió a los sacerdotes y a las familias que en estos próximos 15 días “cumplan con las nuevas normas vigentes”. Sostuvo que “es imprescindible en momentos de prueba estar unidos en función del bien común, ejercitando la necesaria disciplina social para el cuidado de la vida”.

Si bien no están autorizadas las celebraciones dentro de los templos, el obispo invitó a los párrocos a “que los templos de la diócesis permanezcan abiertos en los horarios posibles, facilitando el ingreso individual de los fieles para la oración y la asistencia espiritual.”

También recordó que "está permitido celebrar al aire libre con las indicaciones que ya tenemos de cada municipio" y llamó a "tener en cuenta el distanciamiento social obligatorio y las medidas sanitarias previstas."

La discrepancia de Ojea con las nuevas medidas alcanzó también a la suspensión de las clases presenciales. Apuntó que “estaban siendo llevadas con muchísimo trabajo por parte del personal docente y de las familias” y que es peor en el caso de “nuestros barrios populares, en los que se carece de buenas conexiones para las clases virtuales”. Por eso, rogó: “No sigamos acrecentando aún más la brecha con quienes viven en sus casas otras pandemias, reflejadas en el aumento de la pobreza y la falta de un trabajo digno”.

Comunicado del obispado de San Isidro

Ante la enorme crisis sanitaria que ha provocado la pandemia comprendemos que es extremadamente difícil y compleja la toma de decisiones. Son decisiones prudenciales y contingentes y todas carecen de las certezas que necesitamos ante el desborde de la situación. No alcanzan las palabras para agradecer la generosidad del personal de la salud en su tarea en este tiempo de pandemia.

Sin embargo, queremos expresar nuestro desacuerdo con la suspensión de las clases presenciales que estaban siendo llevadas con muchísimo trabajo por parte del personal docente y de las familias. Y sobre todo pensando en tantos chicos y chicas que lo necesitan, especialmente en nuestros barrios populares, en los que se carece de buenas conexiones para las clases virtuales. No sigamos acrecentando aún más la brecha con quienes viven en sus casas otras pandemias, reflejadas en el aumento de la pobreza y la falta de un trabajo digno.

También queremos expresar, que el Culto está siendo celebrado con cuidados extremos, respetando las normas y protocolos vigentes. Por eso es que no estamos de acuerdo con la suspensión de las celebraciones en los templos. Consideramos que su desarrollo es esencial para alimentar el espíritu de nuestro pueblo ante situaciones que deben encontrarnos con fortaleza espiritual y una esperanza firme.

Teniendo en cuenta la gravedad de la situación sanitaria, les pedimos a todos los hermanos y hermanas, a los sacerdotes y a las familias que en estos próximos quince días cumplamos con las nuevas normas vigentes. Es imprescindible en momentos de prueba estar unidos en función del Bien Común, ejercitando la necesaria disciplina social para el cuidado de la vida.

Le pedimos a Nuestra Señora de Lujan, la Madre de nuestro pueblo argentino, que podamos superar por encima de todas nuestras diferencias este momento crítico de la vida de la Patria, preservando la unidad en la diversidad.

Medidas concretas a partir de las 00.00 del viernes 16/4

Invitamos, a quienes puedan hacerlo, a que los templos de la Diócesis permanezcan abiertos en los horarios posibles, facilitando el ingreso individual de los fieles para la oración y la asistencia espiritual. Confiamos al discernimiento pastoral de los Párrocos el modo de implementación.

Por 15 días no se podrán hacer celebraciones comunitarias de ningún tipo dentro de los templos.

Está permitido celebrar al aire libre con las indicaciones que ya tenemos de cada Municipio. Tener en cuenta el distanciamiento social obligatorio y las medidas sanitarias previstas.

Tener presente la restricción horaria para la circulación que es de 20.00 a 06.00.

Sugerimos que las reuniones de catequesis y de otras actividades pastorales por estos 15 días sean de forma virtual.

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