El obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig viajó a Roma en los últimos días para reunirse con el papa Francisco y definir la situación del seminario Santa María Madre de Dios.

En una entrevista con la productora San Gabriel, el obispo brindó detalles sobre su viaje y lo conversado con Francisco acerca del futuro de los seminaristas que se formaban en el seminario diocesno. 

“Sé que se había generado una expectativa de que se revirtiera la medida, pero esa medida tomada por la Santa Sede no estaba en discusión”, afirmó monseñor Taussig al comenzar. Meses atrás, el prelado de San Rafael había recibido una carta del cardenal Stella en la cual ya se solicitaban los pasos a seguir con los jóvenes seminaristas. 

Los pasos futuros ya fueron dados a conocer a los seminaristas: “El año que viene ellos van hacer un año de permanencia en sus familias y en referencia a la parroquia, confirmando su camino vocacional, pero no va a ser inmediata la distribución en los otros seminarios. Eso será determinado este año que tenemos por delante ”, dijo el obispo.

 

Asimismo, hizo mención que la situación “es una prueba para todos, especialmente para los seminaristas. Por eso, tenemos que acompañarlos y rezar en la fe ”, expresó y continuó:“ Nosotros estamos en la Iglesia, que es un ministerio de fe y seguimos las indicaciones y las directivas que nos establece el Santo Padre y sus colaboradores. Por eso, "con obsequio filial asumimos este paso y este camino para adelante ”.

En este sentido, el prelado explicó que “se conformará un equipo de sacerdotes y yo me haré cargo y principal responsable del cuidado de cada uno de ellos. Tendremos un diálogo personal y haremos un camino de discernimiento ”. 

Sobre las posibilidades de reubicación de los seminaristas, mencionó: “Ya hablé con varios obispos y hay muchos seminarios donde pueden recibirlos, pero todavía tenemos un camino para hacer en 2021”.

Finalmente, monseñor Taussig pidió rezar por esta situación y “que saquemos experiencia de lo que ha ocurrido”. Resaltó que es “muy doloroso para todos, para los seminaristas, para sus familias, para el obispo, y tenemos que aprender de todo lo que ha pasado para que con un camino de humilde comprensión pastoral, vayamos poniendo las cosas bien en toda la Iglesia diocesana y poder volver a caminar en plenitud. Esto lo encomiendo a la oración a la Virgen Santísima, a San Rafael y al Cura Brochero ”, concluyó.