“La muerte del fiscal Alberto Nisman y el esclarecimiento de las circunstancias que rodearon ese terrible hecho son una cuestión de Estado y de todos los argentinos, y por lo tanto adherimos a una convocatoria muy clara: en silencio, sin consignas partidarias, por la memoria, la verdad y la justicia”, ratificó ayer, lunes, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser (foto), en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), en alusión a la participación de la entidad en la convocatoria del 18 de febrero, cuando se cumpla un mes del sospechoso fallecimiento de quien investigaba el ataque terrorista del 18 de julio de 1994. 

“A 21 años del atentado a la AMIA, lo único que tenemos los argentinos es un fiscal muerto, y marchar en silencio y bajo esas consignas es lo menos que la comunidad puede hacer por quien dio su vida en pro de una causa justa”, lamentó. “No tenemos un interés político en este drama que ha vivido la sociedad argentina y vamos a marchar con recogimiento, como lo hicimos acompañando al embajador de Francia (Jean-Michel Casa) cuando sucedieron los atentados a la revista (Charlie Hebdo) y el supermercado” kosher en París, recordó el líder comunitario. 

“La ‘causa AMIA’ es irrenunciable: no se vende, no se olvida ni se alquila, y tengan la plena certeza que las instituciones centrales comunitarias están unidas y comprometidas con el esclarecimiento de todas las investigaciones que llevaba Nisman, incluida la de su muerte”, reafirmó. “La verdad y justicia nos las tienen que dar porque es nuestro derecho; nosotros nos encargamos de que la muerte del fiscal se mantenga incólume en nuestra memoria”, diferenció Schlosser.  

“Todos los que integramos la DAIA, representativa de toda la comunidad judeoargentina, estamos con las víctimas y los familiares, los acompañamos en su dolor y lo hacemos nuestro, aunque es incomparable con lo que podamos sentir”, finalizó.