Era de esperar. El Papa que viaja a Cuba en septiembre, la guerrilla más antigua del mundo que desde hace dos años negocia con el gobierno un tratado de paz que abrevie lo más posible las instancias y la proyecte en el escenario político nacional. Todo eso sumado a la cercanía con los lugares que tocará el Papa argentino durante su próximo viaje por América. Y llegó la solicitud. Formal, vía éter y al más alto nivel.
Los responsables de la delegación de las FARC en Cuba explicaron que ya se han realizado las gestiones necesarias. “Para nosotros es una aspiración. Nos gustaría hacerlo, sería algo extraordinario”, dijo a la prensa el Número 2 de las FARC, conocido como Luciano Marín Arango (Iván Márquez). “Imaginémonos el impacto que tiene un respaldo del papa Francisco a este esfuerzo colectivo que estamos haciendo todos los colombianos por lograr por fin nuestra reconciliación luego de décadas de confrontación”, añadió Marín Arango.
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