Cuatro reglas básicas sobre el dinero en el islam

Cuatro reglas básicas sobre el dinero en el islam

El islam establece principios claros y profundos sobre la forma de ganar, administrar y gastar el dinero. Estos valores no son meras recomendaciones, sino pilares fundamentales de la economía del islam que buscan proteger a la persona, fortalecer la sociedad y preservar la justicia económica en todos los niveles.

 

A través de nuestra experiencia estudiando la economía islámica, hemos comprobado que el Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él) contienen enseñanzas profundas que guían al musulmán en su relación con la riqueza. Estas enseñanzas transforman el dinero de un simple medio material en un instrumento de crecimiento espiritual y bienestar comunitario 💰

En esta guía exhaustiva sobre la economía musulmana, exploraremos las cuatro reglas fundamentales que todo musulmán debe conocer sobre el dinero: cómo ganarlo de forma lícita, cómo evitar los extremos de la tacañería y el derroche, la importancia de la caridad, y el equilibrio entre esfuerzo y confianza en Dios. También descubriremos qué dice Dios del dinero según el Corán y cómo el dinero sagrado se transforma en bendición del dinero cuando se maneja correctamente.

¿Qué es la economía islámica? Fundamentos y principios

Antes de adentrarnos en las cuatro reglas específicas, es esencial comprender qué es la economía del islam y cómo difiere de otros sistemas económicos contemporáneos.

Definición de economía islámica

La economía islámica (en árabe: al-iqtisad al-islami, الاقتصاد الإسلامي) se refiere al sistema económico basado en las enseñanzas del Islam, derivado del Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él). No es simplemente un conjunto de prohibiciones, sino un sistema integral que busca el equilibrio entre el bienestar material y el crecimiento espiritual.

A diferencia del capitalismo puro, que enfatiza la acumulación ilimitada de riqueza, y del socialismo, que centraliza el control económico, la economía musulmana propone un modelo equilibrado donde:

Se reconoce la propiedad privada como un derecho fundamentalSe protege a los más vulnerables mediante obligaciones como el zakatSe prohíben prácticas explotadoras como la usura (riba)Se fomenta la solidaridad y la responsabilidad socialSe considera el dinero como un medio, no como un fin en sí mismoLos cinco pilares de las finanzas islámicasVer másViajes a La MecaGrupo interreligioso noticiasPeriódicoDiario online MundoLibros sobre IslamDiario

Las finanzas islámicas se caracterizan por cinco principios fundamentales que las distinguen de las finanzas convencionales:

1. Prohibición de Riba (interés/usura)

El concepto más conocido de la economía islámica es la prohibición absoluta de la riba (ربا), que se refiere a cualquier incremento o exceso injustificado en un préstamo. En la terminología islámica moderna, esto incluye todos los intereses, no solo la usura excesiva.

Allah dice claramente en el Corán:

«¡Creyentes! Temed a Allah y renunciad a los provechos pendientes de la usura, si es que sois creyentes. Si no lo hacéis, sabed que Allah y Su Mensajero os declaran la guerra. Pero si os arrepentís, tendréis vuestro capital. No seréis injustos ni se os tratará injustamente» (Corán 2:278-279)

2. Prohibición de Gharar (incertidumbre excesiva)

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Se prohíben las transacciones con incertidumbre extrema, ambigüedad o riesgo especulativo excesivo. Las transacciones deben ser claras, transparentes y justas para ambas partes.

3. Prohibición de Maysir (juego/apuestas)

Cualquier forma de ganancia que dependa exclusivamente del azar está prohibida. El dinero debe ganarse mediante esfuerzo legítimo, no por especulación o apuestas.

4. Materialización de transacciones

Las transacciones deben estar respaldadas por activos reales y tangibles. No se permite el comercio puramente especulativo sin un bien o servicio real subyacente.

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5. Prohibición de financiar actividades haram

No se puede invertir o financiar negocios que vendan alcohol, cerdo, armas, pornografía, juegos de azar, o cualquier otra actividad considerada ilícita en el Islam.

1. Ganar el dinero de forma lícita: el fundamento de la riqueza halal

La primera y más fundamental regla de la economía del islam es que el dinero solo tiene verdadero beneficio y bendición cuando se obtiene de manera halal (permitida). Esta no es simplemente una recomendación ética, sino una obligación religiosa que afecta la aceptación de nuestras oraciones y la paz de nuestro corazón.

Ver másDiarioPeriódicoGrupo interreligioso noticiasDiario online MundoViajes a La MecaLibros sobre Islam¿Qué significa dinero halal?

El dinero halal es aquel que se gana mediante:

Trabajo honesto: Empleo, negocio o profesión lícitaComercio justo: Compraventa transparente sin engañoProducción legítima: Fabricación o cultivo de bienes permitidosInversión ética: En negocios que cumplen con la ShariaServicios profesionales: Medicina, ingeniería, educación, etc.¿Qué convierte el dinero en haram?Ver másGrupo interreligioso noticiasDiario online MundoLibros sobre IslamDiarioPeriódicoViajes a La Meca

Por el contrario, cuando los ingresos provienen de lo ilícito (haram), terminan siendo un perjuicio para la persona, aunque la cantidad sea grande. Las fuentes de dinero haram incluyen:

Riba (interés/usura):

Cobrar o pagar intereses en préstamos. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: «Allah ha maldecido al que consume riba, al que la paga, al que la registra y a los dos testigos de ella. Todos son iguales (en pecado)» (Sahih Muslim 1598)

Fraude y engaño:

Ocultar defectos de mercancías, alterar pesos y medidas, falsificar productos, estafar o engañar en transacciones.

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Robo y soborno (rishwah):

Apropiación ilegal de bienes ajenos, soborno para obtener favores o influir en decisiones injustas.

Negocios ilícitos:

Venta de alcohol, cerdo, drogas, armas ilícitas, pornografía, juegos de azar, o cualquier producto/servicio prohibido en el Islam.

Explotación:

Aprovecharse de la necesidad extrema de otros, especulación de precios durante crisis, salarios injustos, explotación laboral.

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Monopolio injusto:

Acaparar bienes esenciales para crear escasez artificial y subir precios.

La evidencia coránica sobre ganar dinero halal

Allah Todopoderoso dice en el Sagrado Corán:

«¡Oh Profetas! Comed de los alimentos puros y obrad rectamente. En verdad, Yo conozco bien lo que hacéis» (Corán 23:51)

Este versículo, aunque dirigido a los profetas, establece un principio universal: la pureza del sustento está directamente relacionada con la rectitud de las acciones. Si los profetas, los más elevados de la humanidad, deben comer de lo puro, ¿cuánto más los creyentes comunes?

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En otro versículo, Allah dice:

«¡Oh creyentes! No consumáis vuestras riquezas injustamente unos de otros, sino que comerciad entre vosotros con mutuo consentimiento» (Corán 4:29)

La enseñanza profética sobre el sustento lícito

El Mensajero de Allah (la paz sea con él) enfatizó la importancia del ingreso halal diciendo:

«La búsqueda de un ingreso permisible es una obligación después de una obligación (después del testimonio de fe y la oración obligatoria)» (At-Tabarani)

Este hadiz eleva la búsqueda del sustento lícito casi al nivel de las obligaciones religiosas fundamentales, demostrando su importancia crucial en el Islam.

En otro hadiz profundo, el Profeta (la paz sea con él) narró:

«Un hombre emprende un largo viaje, desaliñado y cubierto de polvo. Levanta sus manos al cielo (suplicando): ‘¡Oh Señor! ¡Oh Señor!’ Pero su comida es haram, su bebida es haram, su ropa es haram, y ha sido nutrido con lo haram. ¿Cómo se le responderá?» (Sahih Muslim 1015)

Este hadiz revela una verdad impactante: incluso las súplicas sinceras de una persona en dificultad pueden no ser aceptadas si su sustento proviene de fuentes ilícitas. El dinero haram crea una barrera entre el creyente y Allah.

Consecuencias del dinero haram

Ganar dinero de manera ilícita tiene consecuencias graves tanto en esta vida como en la otra:

Consecuencias espirituales:

Las súplicas no son aceptadasLas buenas obras pueden no ser aceptadasEl corazón se endurece y se aleja de AllahPérdida de la bendición (barakah) en la vida

Consecuencias mundanas:

Ansiedad y falta de paz interiorProblemas familiares y socialesPérdida de respeto en la comunidadPosibles consecuencias legalesCómo purificar dinero ganado ilícitamente

Si una persona ha ganado dinero de manera ilícita, debe purificarlo mediante:

Arrepentimiento sincero (tawbah): Reconocer el error y comprometerse a no repetirloDevolución al dueño legítimo: Si es posible identificar a la persona afectadaDonación a caridad: Si no se puede identificar al dueño, donar el monto exacto a sadaqaCambio hacia ingresos halal: Buscar fuentes lícitas de sustento inmediatamente2. Evitar la tacañería y el derroche: el equilibrio en la economía islámica

La segunda regla fundamental de la economía musulmana es el equilibrio en el uso del dinero. El islam llama a la moderación, rechazando tanto la avaricia extrema como el despilfarro irresponsable. Este equilibrio refleja la naturaleza misma del Islam como din al-wasatiyyah (la religión del camino medio).

La tacañería (bukhl) en el Islam

La tacañería o avaricia (bukhl, بخل) es la retención extrema del dinero, incluso cuando existe necesidad legítima o cuando se deben cumplir obligaciones religiosas o sociales.

Allah advierte en el Corán sobre el peligro de la tacañería:

«No seas tacaño, como si tu mano estuviera encadenada a tu cuello, ni demasiado generoso gastando sin control. Si lo haces, serás censurado o acabarás arrepentido» (Corán 17:29)

Este versículo presenta una imagen poderosa: la mano «encadenada al cuello» simboliza la incapacidad del avaro para usar su riqueza, como si estuviera físicamente impedido de gastar. El resultado es el reproche de la sociedad y el arrepentimiento interior.

En otro versículo contundente, Allah dice:

«Que no piensen aquellos a quienes Dios ha dado de Su gracia que la tacañería es mejor para ellos. Al contrario, es peor. El Día de la Resurrección llevarán alrededor del cuello aquello con lo que fueron tacaños» (Corán 3:180)

Características del tacaño según las enseñanzas islámicas:

No paga el zakat obligatorio o lo hace a regañadientesSe niega a ayudar a familiares necesitadosAcumula riqueza sin propósito beneficiosoSufre ansiedad constante por perder su dineroPrioriza la acumulación sobre todas las demás virtudesEl derroche (israf) en el Islam

En el extremo opuesto está el derroche o extravagancia (israf, إسراف), que significa gastar excesivamente, sin necesidad o propósito beneficioso.

Allah dice en el Corán:

«Y dad al pariente cercano lo que le corresponde, y también al pobre y al viajero, pero no malgastéis. Ciertamente, los derrochadores son hermanos de los demonios, y el demonio es muy desagradecido con su Señor» (Corán 17:26-27)

La descripción de los derrochadores como «hermanos de los demonios» es severa y revela la gravedad de este vicio. El despilfarro es una forma de ingratitud hacia las bendiciones de Allah.

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) estableció el principio del equilibrio diciendo:

«Comed, bebed, vestíos y dad limosna (sadaqa), evitando el despilfarro (israf) y la arrogancia» (Sahih al-Bukhari 5783)

Formas comunes de israf (derroche):

Comprar artículos de lujo innecesarios mientras se descuidan obligacionesGastar en celebraciones extravagantes (bodas, fiestas)Desperdiciar comidaAcumular bienes que no se utilizanGastar en bienes prohibidos o frívolosEl camino medio: el equilibrio islámico

El Islam propone un equilibrio hermoso entre estos dos extremos. El Corán describe a los verdaderos siervos de Allah diciendo:

«Y aquellos que cuando gastan no son ni derrochadores ni tacaños, sino que mantienen un término medio entre ambos extremos» (Corán 25:67)

Principios del gasto equilibrado en la economía islámica:

Priorizar las necesidades: Cubrir primero las necesidades básicas propias y de la familiaCumplir obligaciones: Pagar el zakat, mantener a familiares dependientesAhorrar con propósito: Reservar para emergencias y objetivos legítimosPermitirse comodidades razonables: Disfrutar de lo lícito sin extravaganciaDar a los necesitados: Practicar la generosidad sin caer en el derrocheLa virtud de la generosidad moderada

El islam fomenta la generosidad (karam, كرم), pero dentro de los límites de la prudencia. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) era conocido como el más generoso de las personas, pero su generosidad siempre estaba guiada por la sabiduría.

Abu Dharr (que Allah esté complacido con él) narró que el Profeta (la paz sea con él) dijo:

«La mejor caridad es aquella que se da cuando uno tiene poco. Y comienza (dando) por aquellos que dependen de ti» (Ahmad, Abu Dawud)

Este hadiz revela que la verdadera generosidad no está en dar grandes cantidades, sino en dar incluso cuando es difícil, priorizando siempre las responsabilidades familiares.

3. Practicar la caridad (sadaqa): la bendición del dinero en el islam

La tercera regla esencial de la economía del islam es la práctica regular de la caridad. En el Islam, dar no solo es un acto de bondad, sino una obligación que purifica tanto la riqueza como el alma del creyente.

Tipos de caridad en el Islam

El Islam distingue entre diferentes tipos de caridad, cada uno con su propósito y características:

1. Zakat (الزكاة) – Caridad obligatoria

El zakat es uno de los cinco pilares del Islam, una obligación anual sobre la riqueza acumulada. No es opcional ni voluntaria, sino un derecho de los pobres sobre los ricos.

Allah dice en el Corán:

«Tomad de sus riquezas una sadaqa para purificarlos y santificarlos con ella» (Corán 9:103)

Características del zakat:

Tasa fija: Generalmente 2.5% de la riqueza ahorrada durante un año lunarObligatorio: Se aplica a quien posee riqueza por encima del nisab (umbral mínimo)Purificador: Limpia la riqueza de codicia y purifica el alma de egoísmoDestinatarios específicos: El Corán (9:60) establece ocho categorías de beneficiarios

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) enseñó:

«Protege tu propiedad con el zakat, trata tu enfermedad con limosnas (sadaqa) y aleja los problemas con la oración» (Abu Dawud, At-Tabarani)

2. Sadaqa (صدقة) – Caridad voluntaria

La sadaqa es cualquier acto de caridad voluntaria que va más allá del zakat obligatorio. Puede darse en cualquier momento, en cualquier cantidad, y adoptar muchas formas.

El Profeta (la paz sea con él) dijo:

«Cada acto de bondad es sadaqa» (Sahih Muslim 1005)

Esto significa que incluso una sonrisa, una palabra amable, ayudar a alguien a cargar algo, o quitar un obstáculo del camino son formas de sadaqa.

3. Sadaqa Jariyah (صدقة جارية) – Caridad continua

Esta es una forma especial de sadaqa cuyos beneficios continúan después de la muerte del donante. El Profeta (la paz sea con él) dijo:

«Cuando una persona muere, sus actos cesan excepto por tres cosas: una caridad continua (sadaqa jariyah), un conocimiento del que se benefician otros, o un hijo piadoso que reza por él» (Sahih Muslim 1631)

Ejemplos de sadaqa jariyah:

Construir una mezquita o escuelaExcavar un pozo de aguaPlantar árboles que den frutosPublicar conocimiento beneficiosoEstablecer un waqf (fundación benéfica)La promesa divina: la multiplicación de la riqueza

Una de las enseñanzas más hermosas de la economía islámica es que dar caridad no disminuye la riqueza, sino que la multiplica. Esta es una ley de la abundancia establecida por Allah mismo.

Allah promete en el Corán:

«¿Quién hará a Allah un préstamo generoso? Allah se lo devolverá multiplicado. Allah es quien da la estrechez y el desahogo, y a Él regresaréis» (Corán 2:245)

El término «préstamo a Allah» (qard hasan) es extraordinario. Cuando damos a los necesitados, Allah lo considera como si le prestáramos a Él mismo, y Él garantiza devolverlo multiplicado.

En otro versículo, Allah dice:

«No alcanzaréis la piedad mientras no deis en caridad de lo que amáis. Y cualquier cosa que gastéis, Allah lo sabe bien» (Corán 3:92)

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) enfatizó esta realidad diciendo:

«La sadaqa no disminuye la riqueza. Allah incrementa al siervo en honor cuando perdona, y nadie se humilla por Allah excepto que Allah lo eleva» (Sahih Muslim 2588)

La barakah: bendición invisible en el dinero

El concepto de barakah (بركة), o bendición divina, es central en la economía del islam. No se trata de cantidad matemática, sino de una cualidad espiritual que hace que el dinero sea suficiente, beneficioso y duradero.

Una persona puede tener mucho dinero pero sin barakah: el dinero se va rápidamente, surgen problemas, hay ansiedad constante. Otra persona puede tener poco, pero con barakah: el dinero alcanza, hay paz, se satisfacen las necesidades.

Formas de atraer barakah al dinero:

Ganarlo de manera halalPagar el zakat puntualmenteDar sadaqa regularmenteComenzar el día con bismillah y terminar con gratitudCompartir bendiciones con familia y vecinosEvitar la ostentación y la arroganciaSer generoso sin caer en el derrocheLos beneficios de la caridad

La práctica regular de la caridad tiene múltiples beneficios:

Beneficios espirituales:

Purifica el corazón del amor excesivo al dineroAumenta la fe y la confianza en AllahExpía pecados menoresEleva el rango espiritual

Beneficios sociales:

Fortalece la solidaridad comunitariaReduce la desigualdad económicaCrea cohesión socialPreviene resentimiento entre clases

Beneficios personales:

Paz interior y satisfacciónProtección contra desastres y problemasMultiplicación de la riquezaRespeto en la comunidad4. Confiar en Dios (tawakkul): el equilibrio entre esfuerzo y fe

La cuarta regla fundamental de la economía del islam es el concepto de tawakkul (توكل), que significa confiar plenamente en Allah mientras se realizan los esfuerzos necesarios. Este principio distingue radicalmente la perspectiva islámica del dinero de las visiones materialistas puras.

¿Qué es tawakkul?

Tawakkul no es pasividad ni fatalismo. Es una actitud interior de confianza absoluta en Allah después de haber hecho todo lo humanamente posible. Es creer que Dios nos da poder para hacer riquezas, pero reconocer que el resultado final está en Sus manos.

El Corán enseña claramente esta relación entre esfuerzo y confianza:

«Y quien confíe en Allah, Él le bastará. Ciertamente, Allah llevará a cabo Su orden. Allah ha dispuesto una medida para cada cosa» (Corán 65:3)

Y en otro versículo:

«Y a quien teme a Allah, Él le procurará una salida y le proveerá por donde menos lo espere. Y quien confíe en Allah, Él le bastará» (Corán 65:2-3)

El equilibrio profético: «Ata y confía»

El hadiz más famoso que ilustra el equilibrio entre esfuerzo y confianza es el siguiente:

«Un hombre preguntó: ‘Oh Mensajero de Allah, ¿ato mi camello y confío en Allah, o lo suelto y confío en Él?’ El Profeta (la paz sea con él) respondió: ‘¡Ata (tu camello) y (luego) confía!'» (At-Tirmidhi 2517)

Este hadiz establece un principio fundamental: primero haz tu parte, luego confía en Allah para el resultado. No es aceptable descuidar los medios disponibles y esperar que Allah supla milagrosamente. Tampoco es correcto depender solo de los medios y olvidar que Allah es quien da el sustento.

La provisión divina: rizq

El concepto de rizq (رزق), o provisión divina, es central en la comprensión islámica del dinero. Allah es Ar-Razzaq (الرزاق), el Proveedor Supremo, quien garantiza el sustento de todas las criaturas.

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) enseñó:

«Si confiarais en Allah de la manera debida, Él os proveería como provee a las aves: salen por la mañana con el estómago vacío y regresan al final del día saciadas» (Ahmad, At-Tirmidhi, An-Nasa’i)

Observa que las aves no permanecen en sus nidos esperando que la comida llegue sola. Salen temprano a buscar sustento, pero confían en que Allah les proveerá. Este es el modelo del tawakkul perfecto.

El sustento está garantizado

Una verdad liberadora de la economía islámica es que el sustento de cada ser humano está garantizado por Allah. El Corán declara:

«No hay criatura en la tierra a la que Allah no garantice su sustento. Él conoce su paradero y su depósito. Todo está en un Libro claro» (Corán 11:6)

Esto significa que el rizq asignado para cada persona llegará inevitablemente. Nadie puede quitarte lo que Allah te ha destinado, ni nadie puede darte lo que Él no te ha asignado. Esta certeza debería eliminar la ansiedad excesiva sobre el dinero.

El Profeta (la paz sea con él) dijo:

«El Espíritu Santo (Yibril) me inspiró: Ninguna alma morirá hasta que haya completado su vida y recibido su sustento completo. Así que temed a Allah y sed moderados en la búsqueda del sustento» (Ibn Hibban, Al-Hakim)

Cómo aplicar tawakkul en asuntos económicos

1. Trabaja diligentemente

El Islam considera el trabajo como una forma de adoración. El Profeta (la paz sea con él) besó las manos callosas de un hombre y dijo: «Estas son las manos que Allah ama» (Al-Bukhari en Al-Adab Al-Mufrad).

2. Planifica prudentemente

El Corán elogia a Yusuf (José) por su planificación económica inteligente durante los siete años de abundancia para prepararse para los siete años de escasez (Corán 12:47-49).

3. Toma precauciones razonables

Ahorra para emergencias, adquiere seguros lícitos, diversifica tus ingresos cuando sea posible.

4. Después del esfuerzo, suelta el resultado

Una vez que has hecho tu parte, acepta con paz cualquier resultado. Si algo no sale como esperabas, confía en que hay sabiduría divina en ello.

5. Nunca sacrifiques principios por dinero

La verdadera confianza en Allah significa creer que Él proveerá de manera halal, por lo que nunca es necesario recurrir a lo haram por desesperación económica.

La paradoja del tawakkul

Existe una paradoja hermosa en el tawakkul: quien más confía en Allah, menos se preocupa por el dinero, pero precisamente por eso, Allah le provee abundantemente. Quien confía solo en sus propias capacidades y se obsesiona con la riqueza, vive en ansiedad constante aunque acumule mucho.

Allah dice:

«Quien desee la vida mundana y su adorno, les pagaremos íntegramente sus obras en ella y no serán defraudados en nada. Esos son aquellos que en la Otra Vida solo tendrán el Fuego» (Corán 11:15-16)

Por otro lado, quien busca el equilibrio correcto:

«Pero quien desee la Otra Vida y se esfuerce por ella como debe, siendo creyente, su esfuerzo será agradecido» (Corán 17:19)

El dinero como medio, no como fin: la filosofía islámica de la riqueza

Después de explorar las cuatro reglas fundamentales, llegamos a la conclusión filosófica central de la economía del islam: el dinero es un medio, no un fin. Esta comprensión transforma radicalmente nuestra relación con la riqueza.

¿Dios o el dinero?

El Corán plantea una pregunta fundamental sobre lealtades: ¿Dios o el dinero? No se pueden servir a ambos como prioridad máxima.

Allah dice:

«Sabed que vuestras riquezas y vuestros hijos son solo una prueba, y que junto a Allah hay una recompensa magnífica» (Corán 8:28)

El dinero es descrito como una prueba (fitnah). No es inherentemente malo, pero revela el verdadero estado del corazón humano. ¿Usamos el dinero para acercarnos a Allah o nos aleja de Él?

De qué le sirve al hombre acumular riquezas

El Corán aborda directamente la pregunta: ¿de qué le sirve al hombre acumular riquezas? si su corazón está vacío espiritualmente.

«¿Piensa el hombre que su riqueza lo hará eterno? ¡No! Será arrojado en Al-Hutamah (el Fuego destructor)» (Corán 104:3-4)

En otro lugar, Allah narra la parábola del hombre de los dos jardines:

«Entró en su jardín en situación de injusticia consigo mismo. Dijo: ‘No creo que esto perezca jamás. Ni creo que llegue la Hora. Y si soy devuelto a mi Señor, tendré ciertamente mejor cosa que esto’. Su compañero le dijo mientras conversaba con él: ‘¿Niegas a Quien te creó de tierra, luego de una gota y luego te configuró como hombre? En cuanto a mí, Él es Allah, mi Señor, y no asocio nadie con mi Señor'» (Corán 18:35-38)

La historia termina con la destrucción del jardín, enseñando que la riqueza sin gratitud ni reconocimiento de Allah es efímera y sin beneficio real.

La riqueza verdadera según el Islam

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) redefinió el concepto de riqueza:

«La riqueza no está en la abundancia de posesiones, sino que la verdadera riqueza es la riqueza del alma» (Sahih al-Bukhari 6446, Sahih Muslim 1051)

La riqueza verdadera (ghina al-nafs) es:

Contentamiento: Estar satisfecho con lo que Allah ha provistoPaz interior: Libre de ansiedad por el dineroGenerosidad: Capacidad de dar sin sentirse privadoGratitud: Reconocer las bendiciones, grandes o pequeñasLibertad espiritual: No ser esclavo del dineroEl dinero no hace al hombre

Contrario a la mentalidad materialista, el dinero no hace al hombre. El Islam enseña que el verdadero valor de una persona está en su carácter, piedad y contribución al bien común, no en su cuenta bancaria.

El Profeta (la paz sea con él) dijo:

«Allah no mira vuestros cuerpos ni vuestras formas, sino que mira vuestros corazones y vuestras acciones» (Sahih Muslim 2564)

Durante su sermón de despedida, el Profeta proclamó:

«No hay superioridad de un árabe sobre un no árabe, ni de un no árabe sobre un árabe, ni de un blanco sobre un negro, ni de un negro sobre un blanco, excepto por la piedad» (Ahmad)

La riqueza no otorga superioridad moral o espiritual. De hecho, puede ser una carga mayor en el Día del Juicio.

Para qué sirve el dinero según el Islam

Si el dinero es un medio y no un fin, ¿cuál es su propósito legítimo en la economía islámica?

1. Cubrir necesidades básicas

Alimento, vivienda, vestimenta, salud, educación. El Profeta (la paz sea con él) dijo: «Quien se levanta seguro en su grupo, sano en su cuerpo, con alimento para el día, es como si poseyera el mundo entero» (At-Tirmidhi).

2. Mantener a la familia

El Profeta dijo: «El mejor dinar que un hombre gasta es el dinar que gasta en su familia» (Sahih Muslim 994).

3. Adorar a Allah

Cumplir el zakat, realizar Hajj si se tiene capacidad, contribuir a mezquitas y escuelas islámicas.

4. Ayudar a los necesitados

Sadaqa, waqf, préstamos sin interés (qard hasan), proyectos benéficos.

5. Invertir en el más allá

El dinero gastado en el camino de Allah es la única «inversión» que trasciende la muerte.

Preguntas frecuentes sobre el dinero en el islam¿Está permitido ahorrar dinero en el islam?

Sí, el ahorro está permitido y es incluso recomendable en el islam, siempre que el dinero se obtenga de forma lícita (halal). El islam fomenta la planificación financiera prudente, como lo demostró el profeta Yusuf cuando ahorró durante los años de abundancia para los años de escasez. Sin embargo, se debe evitar la avaricia extrema y recordar la obligación del zakat (2.5% anual) cuando los ahorros superan el nisab. El Profeta Muhammad dijo: «No hay nada malo en la riqueza para quien teme a Allah» (Ahmad). El equilibrio está en ahorrar responsablemente mientras se mantiene la generosidad.

¿Se puede invertir el dinero según el islam?

Sí, la inversión es válida en el islam siempre que cumpla con los principios de la Sharia: debe realizarse en actividades lícitas (halal), sin recurrir a la usura (riba) ni al fraude (gharar), y evitando la especulación excesiva (maysir). Las inversiones permitidas incluyen: negocios éticos, bienes raíces, agricultura, comercio legítimo, y fondos islámicos certificados. Están prohibidas las inversiones en: alcohol, cerdo, pornografía, juegos de azar, armas ilícitas, y empresas que operan con intereses. Invertir con honestidad y en sectores halal puede ser una forma de aumentar la bendición (barakah) del sustento y contribuir al desarrollo económico.

¿Cuál es la diferencia entre zakat y sadaqa?

El zakat y la sadaqa son diferentes en naturaleza y obligación. El zakat es una caridad obligatoria (uno de los cinco pilares del Islam), calculada como 2.5% de la riqueza ahorrada durante un año lunar, con destinatarios específicos mencionados en el Corán (9:60). Es obligatorio para quien posee riqueza por encima del nisab. La sadaqa es caridad voluntaria que puede darse en cualquier momento, en cualquier cantidad, a cualquier persona necesitada. El Profeta dijo: «Cada acto de bondad es sadaqa». El zakat purifica la riqueza obligatoriamente, mientras la sadaqa es recomendada para aumentar la bendición y expiar pecados menores.

¿Está permitido prestar dinero con intereses?

No, en el islam está estrictamente prohibido cobrar o pagar intereses (riba). El Corán es contundente: «Allah ha permitido el comercio y ha prohibido la riba» (2:275). Y advierte: «Si no lo hacéis, sabed que Allah y Su Mensajero os declaran la guerra» (2:279). El Profeta Muhammad maldijo a quien consume riba, quien la paga, quien la registra y los testigos (Muslim 1598). El préstamo debe ser un acto de ayuda y solidaridad, no de explotación. El islam permite el qard hasan (préstamo benevolente sin interés) donde solo se devuelve el capital. Para inversiones, se permiten contratos de participación en ganancias (mudarabah, musharakah) donde se comparten riesgos y beneficios.

¿Qué pasa si una persona gana dinero de manera ilícita?

Las ganancias obtenidas de forma ilícita (haram) no tienen bendición (barakah) y pueden bloquear la aceptación de las súplicas y buenas obras. El Profeta narró de un hombre cuya comida, bebida y ropa eran haram: «¿Cómo se le responderá?» (Muslim 1015). Para purificar dinero haram, se debe: (1) Hacer arrepentimiento sincero (tawbah) y comprometerse a no repetirlo, (2) Devolver el dinero al dueño legítimo si es posible identificarlo, (3) Si no se puede devolver, donar el monto exacto a caridad (no como sadaqa que da recompensa, sino como purificación), (4) Cambiar inmediatamente hacia fuentes lícitas de ingreso. El dinero purificado de esta manera se vuelve halal para uso legítimo.

¿Qué dice el islam sobre el trabajo y ganar dinero?

El islam considera el trabajo honesto como una forma de adoración y dignidad. El Profeta Muhammad dijo: «Nadie come un alimento mejor que el que gana con el trabajo de sus manos» (Bukhari 2072). También dijo: «La búsqueda de un ingreso permisible es una obligación después de una obligación» (Tabarani), equiparando el sustento halal con obligaciones religiosas fundamentales. El islam prohíbe la mendicidad innecesaria y fomenta el esfuerzo: «Es mejor que uno de vosotros tome una cuerda, vaya a la montaña, recoja leña y la venda… que pedir a la gente» (Bukhari). El trabajo legítimo, sin importar su naturaleza, es honorable si se realiza con honestidad y contribuye al bien común.

¿El islam permite el comercio y los negocios?

Sí, el islam no solo permite sino que fomenta el comercio honesto. El Corán dice: «Allah ha permitido el comercio» (2:275). El Profeta Muhammad mismo fue comerciante antes de la revelación y era conocido por su honestidad en los negocios. Sin embargo, el islam establece reglas éticas: prohibición del fraude, engaño, acaparamiento de bienes esenciales, manipulación de precios, ocultación de defectos, y comercio de productos haram. Se requiere transparencia total, cumplimiento de contratos, y trato justo con empleados. El Profeta dijo: «El comerciante honesto y digno de confianza estará con los profetas, los veraces y los mártires» (Tirmidhi). El comercio ético es un camino de bendición y prosperidad.

¿Qué es la economía islámica y en qué se diferencia del capitalismo?

La economía islámica es un sistema basado en el Corán y la Sunnah que busca equilibrio entre bienestar material y espiritual. Diferencias clave con el capitalismo: (1) Prohíbe el interés (riba) completamente, mientras el capitalismo lo considera esencial, (2) El dinero es un medio, no un fin – prioriza el bienestar comunitario sobre la acumulación individual ilimitada, (3) Obliga a redistribuir riqueza mediante zakat (2.5% anual), (4) Prohíbe especulación excesiva y productos financieros complejos sin activos reales, (5) No permite negocios que vendan alcohol, cerdo, armas ilícitas, etc. Comparte con el capitalismo: el reconocimiento de la propiedad privada, el libre mercado con regulación ética, y el incentivo al emprendimiento.

¿Cómo puedo atraer bendición (barakah) a mi dinero?

Para atraer barakah (bendición) al dinero: (1) Gánalo de forma halal – la fuente lícita es fundamental, (2) Comienza con bismillah – invoca el nombre de Allah al empezar proyectos, (3) Paga el zakat puntualmente – el Profeta dijo que protege la propiedad, (4) Da sadaqa regularmente – nunca disminuye la riqueza sino la multiplica, (5) Agradece constantemente – Allah prometió aumentar a quien agradece (14:7), (6) Comparte con familia y vecinos – la generosidad atrae bendición, (7) Evita ostentación y arrogancia – la humildad preserva la barakah, (8) Haz du’a por sustento lícito y bendecido – el Profeta enseñó: «Allahumma inni as’aluka rizqan tayyiban» (Oh Allah, te pido sustento puro y bendecido).

¿Está prohibido ser rico en el islam?

No, la riqueza en sí no está prohibida en el islam. Lo que importa es cómo se obtiene, cómo se usa, y la actitud del corazón hacia ella. El Profeta dijo: «No hay nada malo en la riqueza para quien teme a Allah» (Ahmad). Muchos compañeros del Profeta eran ricos: Abdurrahman ibn Awf, Uthman ibn Affan, y otros. La clave está en: (1) Ganarla de forma halal, (2) Pagar el zakat y dar sadaqa, (3) No dejar que el dinero esclavice el corazón, (4) Usar la riqueza para el bien, (5) Recordar que es una prueba temporal. El Corán elogia a quienes «gastan de lo que les hemos proveído» (2:3). La riqueza bendecida y bien usada es un medio para acercarse a Allah, no un obstáculo.

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