Un estudio del Pew Research de 2010-2020 muestra que la segunda religión es la musulmana, que crece más rápidamente.
Pew Research Center acaba de hacer público su último estudio sobre las distintas religiones que se practican en el mundo, comparando cómo se repartían los creyentes entre 2010 y 2020, haciendo análisis de más de 2.700 censos e investigaciones.
En general, los cristianos en su conjunto (evangélicos, ortodoxos y católicos) siguen siendo el grupo religioso más grande del mundo, con 2.300 millones de practicantes, y ha seguido creciendo estos 10 últimos años, aunque a un ritmo más bien lento. Un dato que al no separar católicos, evangélicos y ortodoxos deja una clara incertidumbre de cómo estas cifras (y otras que se ofrecen respecto a los “cristianos”) afectan en un sentido u otro a cada una de las grandes confesiones cristianas.
Si en la última década los cristianos (todas las confesiones o denominaciones incluidas) subieron en 121 millones de personas, los musulmanes tienen 2.000 millones de practicantes en 2020 tras sumar 346 millones más en este decenio. Así, ambas religiones suman más de la mitad de la población mundial: 28,8% y 25,6%, respectivamente.
El principal motivo del crecimiento de la población musulmana tiene que ver con la estructura etaria “joven” de las poblaciones de los países que concentran esta religión, además de mayores tasas de fertilidad.
La tercera “religión”, en tanto, es la “no religión”: la gente sin afiliación de credo alcanzó en 2020 los 1.900 millones, sumando 270 millones de personas en la última década. Así, el 24,2% de las personas en el planeta se considera “sin religión”. El cuarto grupo son los hindúes, con 1.200 millones.
Las cosas también han cambiado esta década con la repartición de judíos en el mundo, ya que en 2010 la mayoría vivía en América del Norte. Hoy, el 45,9% de los judíos reside en la región de Medio Oriente y África del Norte (en particular, Israel), mientras que el 41,2% vive en América del Norte. Esto, considerando que la población judía de Israel subió de 5,8 millones a 6,8 millones, en una combinación “de crecimiento natural y migración”, según indicó el Pew Research Center.
Respecto a la gente que se declara “no afiliada” a ninguna religión, incluyendo ateos y agnósticos, hoy representan el 24,2% de la humanidad, habiendo subido un punto porcentual desde 2010. Este aumento hizo que la lista de países y territorios con mayoría “no religiosa” se incrementara de 7 a 10: Países Bajos (54% sin religión), Uruguay (52%) y Nueva Zelanda (51%) se suman así a China, Corea del Norte, República Checa, Hong Kong, Vietnam, Macao y Japón, que en 2010 tenían una mayoría no religiosa.
Análisis por países y continentes
La comparación entre 2010 y 2020 trae importantes cambios a la hora de repartir las religiones por regiones, ya que a diferencia de la década pasada, en la que Europa era el lugar con más cristianos en el mundo, hoy es África Subsahariana el hogar del 30,7% de los cristianos, contra el 22,3% del Viejo Continente. Este cambio, indica el think tank con sede en Washington, está relacionado con las tasas de fertilidad en África y con la “creciente desafiliación” en Europa occidental.
Las dos únicas “regiones” del mundo que aumentaron su porcentaje de la población mundial son la África Subsahariana (de 24,8% a 30,7%) y el conjunto de Medio Oriente y África del Norte (0,5% a 0,6%). En cambio, todas las otras regiones tienen un porcentaje menor del que tenían en 2010, siendo Europa una de las caídas más fuertes: de 25,8% a 22,3%. Latinoamérica y el Caribe, en tanto, se mantuvo estable, bajando de 24,8% a 24,1%.
Por el otro lado, el cristianismo perdió terreno en los países donde es mayoría: hoy son 120, contra los 124 que eran en 2010. Así, los cristianos bajaron del 50% de la población en Reino Unido (49%), Australia (47%), Francia (46%) y Uruguay (44%).
Dentro de cada país, el cristianismo cayó con mayor fuerza en América (tanto del Norte como América Latina y el Caribe) y Europa. En Benín, el cristianismo perdió un 5% de sus fieles locales, mientras que en Estados Unidos la caída fue de un 14% y en Australia, del 20%. De todo el mundo, el único país donde el cristianismo aumentó sustantivamente fue Mozambique, con un 5% de alza en la última década.
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