Crece el malestar del islam con Macron por caricaturas de Mahoma

Crece el malestar del islam con Macron por caricaturas de Mahoma

Su defensa de esas viñetas desató duras reacciones de los países árabes. El presidente turco llamó a boicotear los productos franceses, y líderes de Jerusalén, Jordania o Pakistán las repudiaron alegando que ultraja su religión.

Musulmanes en Medio Oriente y otras partes llamaron a boicotear productos franceses y a realizar protestas, al tiempo que los choques sobre las caricaturas del profeta Mahoma y los límites de la libertad de expresión se intensifican.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se convirtió en el primer gobernante en respaldar abiertamente un boicot contra productos franceses que se extiende por parte del mundo musulmán luego de que su par francés, Emmanuel Macron, defendiera la publicación en su país de polémicas caricaturas de Mahoma, el profeta del islam.

En un discurso en Ankara, Erdogan comparó el trato que reciben los musulmanes en Europa con el de los judíos antes de la Segunda Guerra Mundial, y acusó a algunos dirigentes europeos de "fascismo" y "nazismo".

"Se está llevando a cabo una campaña de linchamiento contra los musulmanes parecida a la de los judíos de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial", declaró.

"Así como en Francia algunos dice 'no compren las marcas turcas', me dirijo desde aquí a mi nación: 'Sobre todo no presten atención a las marcas francesas, no las compren", agregó.

Las palabras de Erdogan reflejan la indignación con Macron que cunde en parte del mundo islámico, desde donde se llama a un boicot a los productos franceses.

Las tiendas en países como Jordania o Kuwait retiraron de sus góndolas los productos franceses, la Universidad de Qatar canceló la semana de cultura francesa y los llamados a no acudir a los locales de la cadena Carrefour se extendieron por las redes sociales en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

Además, se llevaron a cabo protestas en Turquía y la Franja de Gaza y se planean otras en Pakistán y Bangladesh.

La decapitación este mes de un profesor francés que había mostrado caricaturas del profeta durante una clase ha nuevamente desatado un debate sobre tales representaciones que los musulmanes consideran blasfemas.

El presidente francés Emmanuel Macron ha defendido vigorosamente tales representaciones al considerar que están protegidas bajo el derecho a la libertad de expresión. En una ceremonia en recuerdo al profesor realizada la semana pasada, Macron sostuvo que “no renunciaremos a las caricaturas''.

El domingo, parecía reiterar su postura. En una serie de tuits publicados tanto en árabe como en inglés, Macron escribió que “No cederemos, nunca''. Sin embargo, agregó que Francia no acepta el discurso de odio y respeta todas las diferencias.

Además de producir el boicot a sus productos, los dichos de Macron cosecharon críticas  de parte de religiosos y líderes árabes.

El Gran Mufti de Jerusalén y de Palestina, Mohammad Hussein, condenó las caricaturas como "inmorales y salvajes".

Según Hussein, las representaciones fueron producidas por "un grupo que odia al Islam, a los musulmanes y a sus símbolos" y que “fomentan el odio entre las personas y conducen a conflictos entre comunidades".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, transmitió a la embajadora francesa en Jordania su "extrema decepción" por la reedición de las caricaturas.

"El ministro transmitió a la enviada francesa en Jordania su extrema decepción por la reedición de las imágenes, porque los símbolos religiosos ofensivos alimentan la cultura del odio, la violencia, el extremismo y el terrorismo", según un comunicado del Ministerio de Exteriores jordano.

"Safadi dijo claramente a la enviada francesa que ofender al Profeta Mahoma y a otros profetas con el pretexto de la libertad de expresión es inaceptable para Jordania", apunta la nota.

En Pakistán, el primer ministro, Imran Khan, afirmó que "Al atacar al islam, claramente sin entenderlo, el presidente Emmanuel Macron ha fustigado y herido los sentimientos de millones de musulmanes en Europa y en todo el mundo".

El sentimiento expresado por Khan parece reflejar el estado de ánimo de ese país donde el hashtag #ShameOnYouMacron ("la vergüenza de Macron") es la tendencia principal en Twitter, mientras que #boycottfrance (boicot a Francia) está entre los cinco primeros.

También se expresaron las autoridades de Marruecos. El Ministerio de Exteriores consideró en un comunicado que la libertad de expresión no justifica "de ningún modo la provocación insultante y la ofensa injuriosa de la religión musulmana (que profesan) más de dos mil millones de fieles".

Al mismo tiempo, el Gobierno marroquí condenó "las violencias oscurantistas y bárbaras que se perpetran en nombre del islam".

Los sucesos de esta semana se suman a la tensión generada por un proyecto de ley que impulsa el gobierno de Macron que pretende extirpar lo que el presidente llama “separatismo islamista'', que según él ha creado una cultura paralela en Francia, que rechaza las leyes y normas francesas.

El objetivo francés es fortalecer la laicidad, pilar de la nación, y consolidar los principios republicanos en Francia. La futura ley incluye varios puntos que pueden provocar tensiones con Turquía o Arabia Saudita, como el control reforzado de la financiación de las mezquitas o la prohibición de la formación de imanes en el extranjero.

Países europeos se vieron envueltos también en la polémica. A través de su portavoz, la canciller alemana Ángela Merkel consideró "difamatorios" los ataques del presidente turco contra Macron. Por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte, describió los comentarios de Erdogan como "inaceptables".

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