Coronavirus: Capitanich manda evangélicos a “relevar” zonas críticas

Coronavirus: Capitanich manda evangélicos a “relevar” zonas críticas

En una de las provincias con más contagios, el gobierno lanzó el operativo “Cristianos a ayudar”. 1.500 personas recorren hogares vulnerables y prometen rezar. 

Por INGRID BECK.

El Ministerio de Salud de Chaco lanzó el lunes 20 el programa “Cristianos a ayudar”, una iniciativa coordinada con las iglesias evangélicas para que 1.500 personas recorran hogares en zonas vulnerables.

El subsecretario de Promoción de la Salud, Atilio García Plichta, lo explicó así: “Previo a lo que será la semana de flexibilización (el Gran Resistencia sigue en Fase 1 hasta mediados de agosto) coordinamos este programa, que nos permitirá llegar casa por casa en toda el área del Gran Resistencia, con lo cual buscamos identificar nuevos casos en el marco de una estrategia que busca hacer un checklist de los diferentes vecinos”.

A quienes recibieron la visita de las voluntarias y los voluntarios de estos operativos, les pidieron datos sobre quiénes y cuántos viven en la casa y les ofrecieron “orar” por ellos. La iniciativa fue coordinada, en especial, con la Iglesia Cristiana Internacional, encabezada por el pastor Jorge Ledesma, imputado por el fiscal federal de primera instancia Sebastián Sabadini por haber violado la cuarentena con un evento masivo llamado “autoculto” el 31 de mayo, Día del Pentecostés.

El Ministerio de Salud de Chaco comunicó que, en el marco de este programa, ya se “relevaron” tres mil viviendas y que el plan continúa. En las fotos oficiales posan, además de la ministra de Salud, Paola Benítez; su hermano, Pablo Josué Benítez, encargado del programa y excandidato a senador por el antiderechos Frente NOS -liderado a nivel nacional por Juan José Gómez Centurión-, Ledesma y su esposa, la también pastora Alicia Ledesma.

Ledesma es reconocido públicamente en la región por su espacio en el canal público Chaco TV en el que más de una vez afirma que “orar cura”.

El operativo fue cuestionado duramente por organizaciones y referentes de la sociedad civil e, inclusive, desde adentro del Ministerio de Salud provincial, se pronunciaron públicamente mediante una carta dirigida al gobernador Jorge Capitanich en la que manifiestan su desacuerdo con “Cristianos a Ayudar”. ”Es temerario que 1.500 personas salgan a la calle sin equipo apropiado, sin entrenamiento adecuado y sin respetar las distancias que ordena el protocolo constituyendo un alto riesgo para todes; el barrido territorial se hace a dos metros de distancia y con protección ocular de la que carecen”, sostienen en el comunicado y advierten que “no son los militantes de las Iglesias quienes pueden manejar datos personalísimos, (sino que) compete al personal de salud de la provincia manejar esa información confidencial”.

Además, le advierten al gobernador que en su discurso del sábado pasado hablara del bono de “cinco mil pesos para trabajadores de salud, agradeciendo a todxs y mencionó a los ‘voluntarios’ que prontamente serán recompensados también. Con semejante situación de precarización laboral no queremos imaginar que hacía referencia a estos ‘voluntarios’”.

Entre las firmantes de la carta se encuentran la exsenadora Elena Corregido, la actual senadora nacional Marín Pilatti Vergara y las diputadas provinciales Gladis Cristaldo Tere Cubells.

Otra voz que se alzó en contra de este programa fue la del médico Juan Carlos Quintana, a cargo del consultorio LGBT del hospital Perrando, el más grande de Resistencia, en sus redes sociales: “Movilizar 1.500 personas con el fin de hacer un barrido en los barrios de Resistencia carece de criterio sanitario y epidemiológico en un momento en el cual todavía estamos atravesando un crecimiento de casos y de muertes por COVID 19. Es una acción temeraria”.

La incidencia de las iglesias evangélicas en los distintos poderes del Estado avanza a nivel provincial, regional y nacional. Mientras en Chaco focalizan la incidencia territorial en alianza con el Poder Ejecutivo, en otros lugares del país estrechan lazos con los partidos y tejen redes internacionales. La pospandemia plantea un escenario con una nueva derecha conservadora cada vez más preparada para las batallas electorales. 

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