El obispo de San Luis realizó un balance de lo que dejó la VI edición del Congreso Misionero Nacional (Comina), que cobijó en la capital puntana a más de mil católicos de todo el país.
Monseñor Gabriel Barba, obispo de San Luis, realizó un balance de lo que dejó la VI edición del Congreso Misionero Nacional (Comina), que cobijó en la capital puntana a más de mil católicos de todo el país, provenientes de 60 diócesis.
Fueron tres días de extensas jornadas donde realizaron talleres y actividades con el lema “Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo”, que reflejó la integración de la diócesis al país y regaló instancias enriquecedoras a partir de la fe y el encuentro en comunidad.
“Pudo ser posible todo lo que se ha hecho gracias a la oración, el aporte, el esfuerzo de la comunidad diocesana”, valoró el obispo anfitrión, quien aprovechó la oportunidad para “agradecer especialmente a los que han abierto la puerta de sus casas para acoger a los congresistas”.
También a los que generosamente se han quedado disponibles, parroquias que han rezado fuertemente o han realizado un aporte económico, así como a “los sacerdotes que han venido a concelebrar como signo de comunión”, agradeció el prelado.
“No tengo ninguna duda de que Dios y la Virgen María sabrán recompensar el esfuerzo y todo lo que han hecho”, evaluó.
Monseñor Barba expresó además la “eterna gratitud de los congresistas que se han sentido como en su casa” y volvió a reiterar: “Gracias al trabajo en común, a este trabajo y servicio de comunión”.
Comentá la nota