Alberto Milkewitz, director institucional de la Federación Israelita del Estado de San Pablo en Brasil, afirmó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que durante Rosh Hashaná “funcionaron casi 60 sinagogas de líneas diferentes”, y comentó que por “la grave crisis económica que atraviesa Brasil, el costo de los lugares en las sinagogas inhibió la participación de algunos judíos, a pesar de que muchas no cobran nada en absoluto”.
“La comunidad judía de San Pablo, la mayor del Brasil, tuvo un año nuevo básicamente tranquilo y con sinagogas llenas, ‘lotadas’ como decimos en portugués, con varias decenas de miles de judíos”, expresó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) el director institucional de la Federación Israelita del Estado de San Pablo en Brasil, Alberto Milkewitz.
“Fue un Rosh Hashaná tranquilo, sin incidentes relevantes a destacar, en el cual la vigilancia policial y de nuestros equipos garantizó a todos la seguridad necesaria para rezar en paz pidiendo para ser inscritos en el libro de la vida”, agregó.
Durante el año nuevo, funcionaron casi 60 sinagogas de líneas diferentes, pasando por algunas liberales como la CIP y la Shalom, otras ortodoxas sefaradiot como Beit Yaacov y Mekor Chaim, bien como muchos Batei Chabad.
“En este periodo de grave crisis económica que atraviesa el Brasil, el costo de los lugares en las sinagogas inhibió la participación de algunos judíos, a pesar de que muchas sinagogas no cobran nada en absoluto por la participación en los servicios de Rosh Hashaná”, comentó Milkewitz en cuanto al contexto socio económico que atraviesa el país.
“Continuemos juntos luchando para construir un Brasil y un mundo más justo para todos, con paz y respeto a las diferencias”, concluyó.
Comentá la nota