Francisco decidió no designar un representante propio en el comité que elegirá un pool de magistrados integrantes de la “Jurisdicción Especial para la Paz”, una oficina que dará seguimiento judicial a los acuerdos entre el gobierno y la guerrilla. Pero el Papa sigue apoyando el proceso de pacificación en el país sudamericano.
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ - CIUDAD DEL VATICANO
El Papa debe estar por encima de las partes. Tiene una misión universal, no de árbitro. Por eso el Vaticano anunció hoy que Francisco decidió rechazar la invitación a nombrar un representante propio en el comité que seleccionará a los magistrados integrantes de una “Jurisdicción Especial para la Paz” en Colombia, el organismo que dará seguimiento judicial a los acuerdos apenas alcanzados entre el gobierno y la guerrilla de ese país.
Una nota oficial la Secretaría de Estado, el buró de política interior y exterior de la Santa Sede, precisó que la determinación fue tomada “considerando la vocación universal de la Iglesia” y “la misión del sucesor de Pedro como pastor del pueblo de Dios”. “Sería más apropiado que dicha tarea sea confiada a otras instancias”, añadió.
Empero, la misma declaración aseguró que el líder católico “se complace” con la noticia del cierre de las negociaciones entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Al mismo tiempo aclaró que Bergoglio reitera su apoyo al objetivo de alcanzar la concordia y la reconciliación de todo el pueblo colombiano, a la luz de los derechos humanos y de los valores cristianos que se hallan en el centro de la cultura latinoamericana.
“El Papa Francisco encomienda el proceso de paz en Colombia a la materna protección de la santa madre de Dios, reina de la paz, e invoca el don del espíritu santo para que ilumine el corazón y la mente de quienes están llamados a construir el bien común de la nación colombiana”, apuntó.
La invitación a nombrar un representante llegó al Vaticano el pasado 12 de agosto, el mismo día en que se anunció en La Habana el acuerdo entre el gobierno y la guerrilla en torno a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Tras el acuerdo final de paz para Colombia, anunciado oficialmente el pasado 24 de agosto, la JEP ejercerá funciones judiciales y tomará parte del “Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición”. Entre sus responsabilidades estará la de definir situaciones jurídicas e incluso determinar el otorgamiento de indultos a los investigados o condenados por delitos políticos o conexos.
La conformación de ese organismo ha despertado polémicas; tanto que incluso el vicepresidente colombiano, Germán Vargas Lleras, aseguró en las últimas horas que “discrepa en las excesivas facultades que se le están otorgando de ese tribunal”. La opción de la diplomacia vaticana ha sido la de mantener al Papa “por encima de las partes”, según confirmaron fuentes de la Santa Sede.
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