Claudio Avruj: “Entendemos que los desafíos de la memoria son permanentes”

El secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, dialogó con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS acerca del acto conmemorativo que realizarán el próximo martes a las 18:30 en la Plaza de la Shoá, en el cuál se inaugurará el monumento a las víctimas del Holocausto que fue una iniciativa que promocionó el gobierno anterior y que sólo faltaba la inauguración, ya que se posponía constantemente. Además, hizo referencia a la importancia de la educación para la Shoá.

– Son uno de los organizadores del acto conmemorativo en memoria de las víctimas del Holocausto. ¿Se va a inaugurar el monumento a las víctimas?

– Este año, como todos los años desde el 2006, el Estado argentino a través del Capitulo Argentino de la Alianza Internacional para la Conmemoración del Holocausto hace el evento, de acuerdo al mandato de Naciones Unidas de que el 27 de enero, de cada año, en recuerdo de la liberación de Auschwitz, todos los gobiernos llevan a cabo actos importantes de conmemoración y reafirmación con la memoria y contra todo tipo de discriminación y odio. Este decidimos que se haga en la Plaza de la Shoá, que fue inaugurada hace muy pocos años por el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos, el Ingeniero Macri. En el acto se realizará la inauguración del monumento a las víctimas del Holocausto que se encuentra emplazado allí y, junto con el monumento, vamos a inaugurar el Paseo de los Justos. Es un paseo de 27 placas que recuerdan a los Justos entre las Naciones, uno por cada país. Este último es un proyecto conjunto que hicimos el año pasado en la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires junto con la Legislatura y las colectividades en Buenos Aires.

– ¿Cuáles son los desafíos que se presentan para la preservación de la memoria del Holocausto en el siglo XXI?

– La Shoá es un núcleo duro y fuerte en toda política de derechos humanos. Si uno toma que la declaración universal de derechos humanos, tal como la conocemos hoy, nace en 1945, al final de la segunda Guerra Mundial, y como respuesta concreta a las atrocidades del nazismo, entendemos que los desafíos de la memoria son permanentes, no hay garantía para ningún Estado en cuanto a su libertad, al respeto por los ciudadanos, a los indicadores de inclusión si no se aprende permanentemente de la historia. Aprender de la historia y hacer memoria no significa pararse en el pasado, sino por el contrario, aprender cuáles son las lecciones que ese pasado nos deja. En ese sentido, uno aprende que el Estado debe ser un garante permanente de los derechos humanos, un protector y un promotor en forma trasversal. Uno aprende, como dice el filósofo Adorno, que “es la educación a la primera que le tenemos que demandar en forma continúa para que la Shoá no vuelva a ser repetida“. Así que los desafíos son muchos y son permanentes, no hay un nuevo desafío, sino que en cada tiempo y a cada generación la obligación es educar y recordar. 

– ¿Considera que en la curricula escolar está bien trabajado la temática de la Shoá o falta todavía profundizar más?

– Siempre falta y esto los que nos obliga a futuro. La Argentina tiene un enorme recorrido y un extenso aporte a la educación en cuanto a materia de la Shoá. En nuestro país existen programas, muchísima bibliografía, cursos de capacitación a los docentes, cátedras en las universidades del país sobre la materia y fundamentalmente existen muchos docentes y funcionarios de la educación comprometidos con el Holocausto. Yo diría que la Argentina está muy bien posicionada, hay un compromiso nacional con respecto a la educación de la Shoá, pero como siempre es un camino a seguir construyendo y a continuar buscando espacios nuevos en cuanto a la educación.

– ¿Cómo se trabaja esta temática en otros países de Latinoamérica?

– Uruguay, Chile y Brasil tienen experiencias, pero Argentina está en un lugar de liderazgo. Acá hay que recordar que nuestro país alberga la comunidad judía más numerosa de Latinoamerica, que recibió a la colonia más grande de sobrevivientes del Holocausto y que tiene, a diferencia del resto de los países de América Latina, una triste historia de antisemitismo y una página negra acerca de la infiltración nazi. Con lo cual, le otorga por procesos lógicos una posición de liderazgo muy importante en cuanto a la educación y al compromiso con la Shoá. Después hay otros análisis que tienen que ver con niveles educativos país a país, pero esa es otra discusión.

– ¿Cómo van a trabajar con los sobrevivientes de la Shoá desde la Secretaría?

–  Nosotros tenemos que trabajar fuertemente en apoyar los programas de educación para dar testimonio, para llenar de contenido y para que la memoria siga vigente y, desde la Secretraría, trabajar muy fuertemente con las organizaciones que están vinculadas con los sobrevivientes ya sea el Museo del Holocausto, Generaciones de la Shoá, la Asociación de Sobrevivientes, Fundación Tzedaká y AMIA. Aquí, en la Secretaria de Derechos Humanos, van a tener un lugar de escucha y de trabajo en conjunto en beneficio de esta memoria que estamos hablando.

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