El Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) comunicó este martes su enérgico repudio al intento de construcción del llamado “tercer templo” en el santuario islámico en Jerusalén y la imposición de restricciones al acceso a la mezquita Al-Áqsa durante el mes de Ramadán.

Según se indica en el comunicado, Al-Háramash-Sharíf (Noble Santuario) de Jerusalén fue la primera dirección para la oración obligatoria en el Islam, cumplimentando la orden de Dios estipulada en el Corán (2:149-150). Los musulmanes tuvieron esa “Quíbla” durante 13 años, desde el 610 hasta el 623 d.C.

Además, hacen referencia a una segunda cuestión, que se refiere al Viaje Nocturno (al-Isra’), entre los años 620/621, cuando el Profeta Muhammad (Paz y Bendición) realizó la Ascensión (al-Mi‘raŷ) a los Cielos, desde la roca que se encuentra hoy en el subsuelo del edificio conocido como la Cúpula de la Roca (Qubbat as-Sajra) que se encuentra en el centro de Al-Háramash-Sharíf. A doscientos metros hacia el sur, se encuentra la Mezquita al-Áqsa.

Por esta razón, Jerusalén es el Tercer Santuario del Islam después de Meca y Medina. De hecho, los musulmanes llaman a Jerusalén “Bait al-Muqaddas” (Ciudad de la Casa Sagrada), y “al-Quds” (la Santa). Los viernes, toda la Explanada es utilizada por miles de orantes para la realización de la Oración Comunitaria (Ṣalat al-Ŷumu’ah).

En su mensaje, las autoridades del CIRA señalan que “desde hace unas décadas, grupos fanáticos sionistas tratan de llevar a cabo la construcción de un ‘tercer templo’ en el mismo lugar de al-Háram al-Sharíf, pues según ellos, este se encuentra en el mismo lugar del templo destruido por los romanos en el año 70 d. C., algo que no está comprobado por la moderna arqueología”.

Detrás de estas implicancias, consideran, “está la intención de estos grupos de desislamizar Jerusalén, destruyendo la Explanada de las Mezquitas”.

Desde el CIRA hacen notar, además, que “a principios de febrero de 2024, el presidente Javier Milei, en un discurso en Palestina Ocupada, habló de una profecía que avalaría la edificación de ese supuesto tercer templo requerido por los grupos mencionados”.

“En primer lugar, es incorrecta la denominación ‘tercer templo’, ya que en la tradición judía ya hubo tres templos: el del Profeta Salomón, el de Zorobabel y el de Herodes el Grande. Por otra parte, según las creencias del judaísmo, nadie puede construir ese templo, y se debe aguardar la llegada del Mesías para cualquier cuestión relacionada con lo divino”, sostienen.

A su vez, recuerdan que un primer intento de destrucción de la Mezquita Al-Áqsa tuvo lugar hace ya casi 55 años: “el 21 de agosto de 1969 un turista australiano prosionista, Denis Michael Rohan, provocó un incendio en su interior quemando completamente el minbar (púlpito). Aquel púlpito de madera, quizás el mejor jamás visto, se encontró en la Mezquita al-Áqsa de Jerusalén durante ocho siglos. Su pérdida para el mundo musulmán fue inmensa y los custodios de la mezquita, la familia real jordana, se propusieron reconstruirlo y lo reinstalaron en 2006, según el modelo original”.

El intento de construcción del llamado “tercer templo” en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén “pueden tener una repercusión inconmensurable y llevar a toda la región a un estado de belicismo impredecible”, advierten.

Al respecto, señalan que tras el atentado terrorista de Rohan, el 25 de septiembre de 1969, se celebró en Rabat, Marruecos, una cumbre de representantes de 24 países musulmanes que resultó en la fundación de la actual Organización para la Cooperación Islámica, que hoy suma 57 estados miembros. En aquella oportunidad se aprobó una resolución que establece: “Los gobiernos musulmanes deben celebrar consultas con miras a promover entre ellos una estrecha cooperación y asistencia mutua en los campos económico, científico, cultural y espiritual, inspirados en las enseñanzas inmortales del Islam”.

Al mismo tiempo, denuncian que hace un día el Ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, anunció que impondrá restricciones a los musulmanes que quieran rezar en la Explanada de las Mezquitas durante el Mes de Ramadán que comienza en la segunda semana de marzo de 2024.

“Además de constituir violaciones de la ley internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas, estas intimidaciones constituyen una flagrante violación de la libertad religiosa y de los derechos civiles y humanos”, sostienen.

El texto concluye citando un pasaje del Corán: “¿Hay alguien que sea más impío que quien impide que se mencione Su nombre en las mezquitas de Dios y se empeña en arruinarlas? Hombres así no deben entrar en ellas sino con temor. ¡Que sufran ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la otra!” (El Generoso Corán, 2:114).