Un centenar de peregrinos expresaron su devoción a la Virgen del Rosario en Itatí

Un centenar de peregrinos expresaron su devoción a la Virgen del Rosario en Itatí

En la fiesta de la Natividad de María, los fieles llevaron sus peticiones y agradecimientos al santuario. Mons. Andrés Stanovnik rogó a la Madre: "Enséñanos a escuchar para discernir y misionar".

En la fiesta de la Natividad de la Virgen María, la Sociedad de Peregrinos de la Virgen del Rosario realizó el 8 de septiembre la 89ª peregrinación al santuario de Itatí, donde miles de devotos llevaron sus intenciones y devoción a esa advocación mariana.

Acompañados por el lema, “María, enséñanos a escuchar para discernir y misionar”, los fieles partieron de la ciudad de Corrientes hasta la basílica de Itatí. Allí, fueron recibidos por el rector del santuario, presbítero Porfirio Ramírez, quien invitó a los peregrinos a “rezar por las familias, los enfermos y ancianos, por nuestra patria y por quienes no pudieron llegar hasta aquí”. 

La misa central fue celebrada por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFM, quien aseguró: “Toda la vida necesitamos escuchar para poder discernir y después poder comunicar el mensaje de Jesús. Queremos pedirle a la Virgen que nos enseñe a escuchar como escuchó ella”.

“La Virgen lo hizo siempre, aún cuando las cosas le iban muy mal, no dejó de escuchar, porque escuchar es ante todo confiar en Dios en que jamás nos abandona”, continuó.

"Ante la palabra que se pronuncia, se necesitan dos cosas elementales: una es el silencio y la otra es la escucha", propuso, y fundamentó: "Donde hay ruido no se puede escuchar, lo único que se oye es el ruido, que puede ser exterior pero también interior, y el ruido interior es mucho más difícil de silenciar pero absolutamente necesario para escuchar al otro, para ponerse en su lugar y tratar de comprender aquello que la otra persona quiere transmitir”.

“Delante de Dios necesitamos esas actitudes, las mismas que necesitamos para estar delante de nuestros hermanos, de una esposa, un esposo, de los hijos, de los compañeros de trabajo”, enfatizó.

Además, recordó cómo “María y de José hicieron silencio de sus propios planes y escucharon, y porque escucharon también se dispusieron a recibir, no solo la propuesta de Dios, sino a Dios mismo”.

“El silencio y la escucha son las dos hojas de una puerta para que Dios entre a nuestra vida y sea Dios con nosotros”, subrayó.

El arzobispo correntino también destacó que “hoy suplicamos a nuestra cumpleañera, Madre, enséñanos a escuchar para discernir y misionar. Enséñanos a hacer silencio en nuestra mente y en nuestro corazón para recibir y no rechazar a nadie, crear espacios de encuentro donde todos se sientan como en su casa”. 

“La Sociedad de Peregrinos de la Virgen tiene que seguir creciendo y tiene que hacer crecer el lugar del silencio, de la escucha, de la acogida y la misión, una comunidad de peregrinos con corazón abierto, siempre dispuestos a salir a los demás”, añadió.

Monseñor Stanovnik pidió que “nuestra madre, querida patrona, representada también en nuestra tierra madre de Itatí nos tome de su mano, nos lleve al encuentro de su hijo Jesús y nos enseñe a escucharlo y compartir con humildad y valentía con todos nuestros hermanos”.

Por su parte, el arzobispo recordó a monseñor Isidro Blanco Vega, quien fundó y fue gran impulsor de la peregrinación que inició el movimiento en 1934 junto a su familia y eligió esta fecha para pedir por la salud de su madre. 

En los comienzos, la movilización de fe era a caballo y en carros. Luego, con el paso de los años, se convirtió en una caravana multitudinaria de peregrinos que caminan hasta Itatí y también regresan caminando.

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