San Cayetano: "Si lo tenemos que celebrar de casa, lo haremos desde ese lugar"

San Cayetano:

El Obispo Gabriel Mestre anticipó que en los próximos días se reunirá con el intendente Guillermo Montenegro para planificar el 7 de agosto, una de las congregaciones religiosas más importantes para la ciudad.

Está claro que la postal que se repetía todos los años, y con un marco cada vez más multitudinario, no se podrá repetir en este 2020: la fiesta religiosa que hace culto a San Cayetano, el patrono del pan y el trabajo, tendrá que reinventarse el 7 de agosto como consecuencia de los estragos que provoca desde hace meses la pandemia del coronavirus.

Falta menos de dos semanas para la icónica celebración pero eso no quita que las distancias parezcan más que lejanas: es que en un escenario epidemiológico tan dinámico y volátil hasta hace difícil que las autoridades puedan prever lo que sucederá en un futuro lejano o inmediato, de apenas veinticuatro horas. Mar del Plata es testigo de ello: de contabilizar apenas catorce pacientes activos pasó a tener, en dos semanas, más de trescientos infectados.

En un escenario inédito y de profunda incertidumbre el Obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, intenta dilucidar cómo se podrá planificar la fiesta que congrega a miles de marplatenses, En la entrevista que le concede a 0223, el referente religioso no pone en duda la celebración aunque sí confiesa que desconoce "cómo se hará". 

"Todavía no sé cuál va a ser el formato pero estoy en diálogo con el padre Juan Pablo Cayrol y con otros líderes de la comunidad y en los próximos días me voy a reunir con el intendente y con su Secretaria de Salud para ver qué es lo que se va poder hacer", manifestó el líder de la Iglesia católica a nivel local.

Con la escalada de casos que presenta Mar del Plata y el riesgo latente que implica la "circulación del virus" que confirmó Guillermo Montenegro, Mestre reconoció que "sería imposible hacer lo que habitualmente sucede en San Cayetano": "Evidentemente, el caudal de gente del 7 de agosto es inmanejable".

"Si seguimos en la fase 4 de la cuarentena, el templo podría estar abierto y quizás se podría pensar en algún tipo de formato muy prolijo como ya hemos hecho antes con la celebración del Corpus Christi que no tiene la misma dimensión pero que igual suele tener una concurrencia importante", recordó, al referir la implementación de una modalidad de festejo "mitad virtual y mitad presencial".

El Obispo se mostró cauto con respecto a sus expectativas por el 7 de agosto y dijo que espera a ver lo que sucede con la evolución de los brotes de casos de Covid-19 para "dialogar con las autoridades y discutir el protocolo". "Nosotros vamos a cumplir todo lo que haya que cumplir y el mensaje que daremos a la comunidad seis o siete días antes va a ser el que podamos dar", afirmó.

"El Santo lo vamos a celebrar; si lo tenemos que hacer de casa, lo haremos de casa y si la mayoría lo tiene que hacer en casa y algún poquito de gente puede ir a visitarlo lo organizaremos con el Municipio para garantizar todas las condiciones adecuadas", aseveró.

Con los coletazos económicos de los últimos años y la consecuente pérdida de las fuentes laborales, San Cayetano se ha afianzado como un ícono popular en pedidos por trabajo que, en algunos casos, hasta exceden la propia empatía con la fe católica.

Y en este 2020, con la crisis sin precedentes que provoca la pandemia del Covid-19, el contexto también sitúa la problemática laboral como una de las principales demandas sociales. A raíz de la abrupta caída de los índices económicos y de la cuarentena, se multiplicaron los cierres de comercios e industrias y, por ende, la cantidad de familias sin ingresos.

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