San Cayetano se prepara otra vez para recibir a miles de fieles: "Impresiona ver los rostros de sufrimiento"

San Cayetano se prepara otra vez para recibir a miles de fieles:

En las horas previas a la vigilia que comienza por la tradicional fiesta religiosa que hace culto al patrono del trabajo, desde la capilla de Moreno 6776 auguran otra jornada con una participación "masiva".

 

Una multitud que se moviliza para agradecer o pedir pero que coincide en un único motivo de concentración: el trabajo. Ésa es la postal que se refleja cada 7 de agosto con la fiesta religiosa que hace culto a San Cayetano, y que este año promete volver a repetirse en Mar del Plata.

Es el cariño y el compromiso que tiene cada fiel con el patrono del trabajo el que augura otra jornada "masiva" pero el contexto de crisis que arrastra el país desde hace tiempo también es otro factor de fuerte peso para vaticinar el nivel de participación que habrá este miércoles.

Así por lo menos lo sostuvo en las horas previas a la tradicional vigilia que tiene lugar en la capilla de Moreno 6776 el cura párroco Juan Pablo Cayrol, quien consideró que la celebración "va creciendo" año a año.

"Vamos a tener un acompañamiento sumamente masivo por el tiempo, que nos va a acompaña, por el cariño que hay con el santo y por la situación que obviamente vive el país; vivimos en un país con repetidas crisis pero esta vez está pegando muy fuerte y eso moviliza por el tema del pan y el trabajo", expresó.

Junto al Obispo marplatense, Monseñor Gabriel Mestre, el cura presidirá la misa principal que se realiza a la tarde en el templo después de la procesión que comienza a gestarse alrededor de las 15 por las calles del barrio.

"El santuario sólo se cierra cinco minutos simbólicamente en la medianoche de este martes y recién lo volvemos a cerrar a la 1 de la mañana del otro día. Va a estar todo el día abierto para que la gente pueda renovar su esperanza con San Cayetano", garantizó, en diálogo con 0223.

Cayrol consideró que alrededor de las 17 se puede observar uno de los momentos más emotivos de la jornada, con la llegada a la capilla de los padres con sus hijos más pequeños. "Se ven muchas parejitas jóvenes que vienen de retirar a sus chicos del jardín o la primaria y a mí me encanta porque me hace pensar en la transmisión de valores", explicó.

El párroco también reconoció otras particularidades que tiene la fiesta, como la fuerte presencia de los hombres. "Tal vez no hay otra devoción en las Argentina en la que participen tantos hombres. Hay una participación especial acá porque estamos más acostumbrados a ver a las mujeres en la vida de la Iglesia", analizó.

"También impresiona mucho ver los rostros de los hombres sufriendo, que vienen con todo el cansancio de meses sin trabajar o de problemas y dificultades pero cuando se van de acá, se van con el ánimo refortalecido. Esto en realidad es para refortalecer el don de la vida; que vale la pena vivir siguiendo aunque haya un mal momento", sostuvo.

Bajo esta misma línea, el cura ratificó: "La verdad que tenemos un pueblo que es muy agradecido a todos. Quizás estamos empobrecidos económicamente pero sí estamos enriquecidos en las ganas de vivir".

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