Card. Rossi: 'Ser testigos enamorados de la luz'

Card. Rossi: 'Ser testigos enamorados de la luz'

"Cada uno de nosotros encarna alguna dimensión de Dios. Ser profeta es ser fiel a esa dimensión y a ese carisma que cada uno encarna en el corazón", aseguró el arzobispo cordobés.

El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, recordó que el Adviento es un tiempo en el que “esperamos a Jesús que está viniendo; así como vino hace 2.000 años en Belén".

"Esa venida es espiritual, no es física; sino que Jesús viene al pesebre de nuestro corazón”, precisó.

“Además de Jesús como gran protagonista hay otros dos grandes protagonistas, la Virgen, acompañada por san José, y la figura de Juan el Bautista, porque fue él que anunció la venida. Juan es el testigo enviado por Dios para dar testimonio de la luz”.

"Pero Juan -dijo- no se mira a sí mismo, no pretende centrar la atención sobre su persona; sino que Juan es uno que señala a Jesús. Él no es el Mesías, él señala el camino hacia el Mesías. ¿Tu quién eres? Una pregunta fuerte y que todos tenemos que hacernos; ¿Cuál es nuestra verdadera vocación?”. 

“Es importante mirar a Juan quien dice ‘no soy el Mesías, ni el salvador del mundo’. Juan se define por lo que no es y es interesante definirse por lo que no somos, venciendo la autorreferencialidad, nuestras posturas narcisistas, mesiánicas, lo contrario al auto elogiarse”, continuó.

El arzobispo cordobés aseguró: “Es bueno que Dios nos conceda la gracia de poder decir quién soy pero también un modo de definirnos es que es lo que no soy, qué es aquello que no es lo mío, cuál es mi misión y vocación y cuál no”.

 

 

“Todos deberíamos poder decir con humildad ante el Señor qué es lo que soy y lo que no soy. Ser testigos enamorados de la luz”, agregó.

“Hace falta mucha humildad para reconocer que somos la voz que permite que pase la Palabra hacia los demás. Cada uno de nosotros encarna alguna dimensión de Dios particularmente en nuestro corazón. Ser profeta es ser fiel a esa dimensión y a ese carisma que cada uno encarna en el corazón”, profundizó.

El purpurado sostuvo que el Adviento “es pensar en la permanente venida de Jesús en cada instancia de mi vida, en cada uno de mis hermanos, especialmente en aquellos que son fruto de la cultura de la muerte y del descarte”. 

“Es hacer un alto en el día a día, frente al pesebre. Detenernos allí para reflexionar nada más y nada menos sobre el camino que estoy recorriendo. Cuál es un buen camino y cuál no”.

Hacia el final de su reflexión, el cardenal Rossi pidió “animarnos a no perder la paciencia, a revisar nuestra alegría, la necesitamos en estos tiempos en donde hay ciertamente tanto dolor”.

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