Lejos de limitarse a las normas dietéticas, el concepto se está consolidando como un referente cultural y ético.
Según un análisis publicado el 19 de agosto por Mutiu Iyanda, profesional de investigación y comunicación de Infoprations Limited, consultora con sede en Lagos, las búsquedas en Google realizadas entre 2020 y 2025 muestran que el interés por el halal trasciende las cuestiones religiosas.
En países musulmanes como Malasia e Indonesia, el tema predomina, pero países europeos como Francia (44%) y Bélgica (30%) también muestran un gran interés.
En Asia Central, las cifras son aún más impactantes: el 65% de las búsquedas en Kirguistán, el 54% en Kazajistán y el 50% en Uzbekistán se refieren al halal. Lejos de limitarse a las normas dietéticas, el concepto se está consolidando como un referente cultural y ético.
Sin embargo, la comida sigue siendo el principal motor de búsqueda. En Estados Unidos, Brasil y España, así como en Irán y Escandinavia, más del 90% de las consultas relacionadas con el halal se centran en la comida, una tendencia que se ha visto amplificada por la pandemia, que ha vuelto a poner la cocina y la nutrición en el centro de la vida cotidiana.
Asimismo, el estudio destaca el auge de otro sector: las finanzas. Vietnam (39%), Corea del Sur (25%), Japón y Nigeria (15% cada uno) muestran un creciente interés en las inversiones halal, desde los sukuk nigerianos hasta los productos financieros islámicos que se están considerando en Asia Oriental.
Para los defensores del halal, esta dinámica representa tanto un desafío como una oportunidad. El predominio del tema alimentario puede dificultar la atención a las finanzas u otras dimensiones, pero también ofrece un punto de partida natural: asociar el halal con tendencias de consumo ético y de calidad permite llegar a un público mucho más amplio.
En definitiva, Google Trends revela que la «cultura halal» ya no se limita a las prescripciones religiosas. Representa un lenguaje global de valores —confianza, ética y sostenibilidad— tanto para la alimentación como para la inversión, lo que configura una verdadera «alfabetización halal» global.
Estos datos reflejan un cambio sutil pero profundo: el halal se está convirtiendo en un referente universal para el consumo responsable. En un contexto de incertidumbre económica y crisis ecológica, este interés por estándares fiables y éticos podría otorgar al halal un lugar estratégico en los debates sobre el futuro de la alimentación y las finanzas sostenibles, según Oumma.
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