La iglesia de San Nicolás suspendió temporalmente su actividad después de que el gobierno búlgaro ordenara la salida inmediata del país de tres clérigos -uno ruso y otros dos bielorrusos- a los que consideraba una "amenaza para la seguridad nacional".
La iglesia de San Nicolás, el único templo de la Iglesia ortodoxa rusa en Bulgaria, ha suspendido temporalmente su actividad después de que el Gobierno búlgaro ordenara el jueves la salida del país de tres religiosos a los que considera una "amenaza para la seguridad nacional".
"El antiguo templo ruso, que durante muchos años sirvió como lugar de oración para rusos y búlgaros, ahora estará cerrado" anunció el Ministerio de Exteriores de la Federación Rusa en un comunicado en el que acusa a Bulgaria de la degradación de las relaciones bilaterales.
El servicio de contraespionaje búlgaro (DANS) confirmó este viernes que un ciudadano ruso y dos bielorrusos han recibido la orden de abandonar el país y de que no podrán regresar en los próximos cinco años, al considerar que suponen una amenaza para la seguridad nacional.
La Embajada rusa ya había informado ayer de que Bulgaria había ordenado abandonar el país al abad de la Iglesia ortodoxa rusa en Sofía, el archimandrita Vasian.
DANS argumentó este viernes en un comunicado que esas expulsiones se han decidido tras recopilar datos sobre actividades de esas tres personas destinadas a "influir intencionalmente en los procesos sociopolíticos en la República de Bulgaria a favor de los intereses geopolíticos rusos".
Según informa la emisora privada Nova TV, los tres clérigos fueron convocados este jueves en el Ministerio del Interior donde fueron informados de que debían salir de inmediato de Bulgaria.
Bulgaria ha expulsado a más de 80 diplomáticos rusos, acusados de espionaje, desde que Moscú invadió Ucrania en febrero de 2022.
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