“Tenemos la posibilidad de tener nuestra tercera Noche de los Museos en la sede Sarmiento; estamos muy felices de poder brindarle a la gente una actividad de esta característica y ojalá que siempre podamos hacer crecer la gran propuesta cultural de la institución”, manifestó Adrián Krochik, directivo de Hebraica, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).

“Estimamos que, pasada la medianoche, ya han pasado unas 1.200 personas por las muchas actividades, de una gran calidad, que vinimos trabajando desde hace tiempo y les damos el espacio que corresponde; fue un gran esfuerzo de los profesionales de la institución, que sacan tiempo de donde no lo tienen para poder brindarnos esto, que es un obsequio al club y a la gente, y se los agradecemos”, remarcó.

Paralelamente, “en la sede Pilar tuvimos una orquesta sinfónica de ciegos que fue excelente y unas 250 personas la disfrutaron mucho”, agregó el dirigente de la SHA.

Allí hubo visitas guiadas cada dos horas, que incluyeron murales de Berni, Castagnino, Urruchúa, Batlle Planas y Seoane, esculturas de Vinci, Hoffmann y Sibilino y pinturas de Castagnino, Carpani, Policastro, Benítez, Kupferminc y Chagall, además de la charla “La noche de Sapia”, en la cual el artista comentó sus pinturas, narración oral con Marta Lorente y las actuaciones del coro Sharim y los Fir Singers, los grupos de rikudim (danza folclórica judía) Darkeinu, Masmeret y Tamid, Micaela Epelbaum, los Tenores Latinos y “Demoliendo tangos”, con la dirección de Federico Mizrahi.

En tanto, para el Museo del Holocausto/Shoá (foto) “fue espectacular: vimos reflejado todo el esfuerzo que hacemos y las aspiraciones para esta noche, en la cual estuvo colmado de jóvenes y alumnos de ORT hicieron de guías voluntarios, por lo que chicos les trasmitieron a sus pares lo que aprendieron de los sobrevivientes; también brindaron sus testimonios Eugenia Unger y Moisés Borovich, ante un promedio de público que estuvo en el orden de las 350 personas porque no había más lugar y la gente no quería que terminasen, pues estaba muy interesada y les hicieron muchas preguntas”, resumió su presidente, Gustavo Sakkal, a AJN.

“El año pasado tuvimos 10.000 visitantes y en esta Noche de los Museos estamos en el orden de las 12.500 personas; estuve por momentos en diferentes áreas y las veía muy impactadas: estuvieron cerca de una hora y cuarto, o sea que se quedaban porque estaban interesados en aprender la temática”, enfatizó.

“Decimos que es un museo que no debería existir porque lo que aconteció nunca debió haber ocurrido, pero como lamentablemente pasó, tenemos que estar no solo para mantener viva la memoria, sino también para tratar de prevenir y servir de alerta para riesgos futuros; creo que parte del mensaje de los sobrevivientes y de lo que se muestra es que pese a todo lo que sucedió, se debe seguir adelante y aspirar a un mundo mejor, sin odio ni discriminación”, recalcó el titular de la entidad, que añadió que “las visitas guiadas fueron muy atractivas”.

“Educativamente, esta noche es muy positiva, pues los asistentes escuchan los relatos de los sobrevivientes y recorren las muestras; se habló mucho de la indiferencia y el silencio del resto del mundo y se retiran con un contenido”, diferenció.

“Venimos trabajando en que si se mantiene el silencio ante la discriminación, se termina siendo cómplice, y eso también forma parte del mensaje educativo que brindamos”, señaló Sakkal.

Respecto del plan de obras que anunciaran hace unos meses y si bien “fue un año difícil, con algunas trabas, éstas se han ido disipando y el futuro parece bastante esperanzador, pues en el Presupuesto (para 2016) se aprobó por unanimidad un subsidio de un millón de pesos del gobierno nacional al Museo del Holocausto y también tenemos un subsidio del gobierno de la Ciudad (de Buenos Aires), que ya se cobró, y está a punto de aceptarse un proyecto de mecenazgo relacionado con la puesta en valor de la fachada del edificio, que está considerado patrimonio histórico”, se entusiasmó.

“La idea es transformarlo en un museo de puertas abiertas, que sea más amigable hacia el afuera, armando un café literario con una entrada independiente, pero desde donde también se podrá ingresar a las muestras que tenemos y queremos ‘aggiornarlas’, además de ver la posibilidad de instalar una muestra específica en el subsuelo y refaccionar el primer piso para instalar allí un auditorio”, finalizó su presidente.

En el Museo del Holocausto/Shoá se ofrecieron las exposiciones “Eichmann. Él vivió entre nosotros”, “Imágenes de la Shoá. El Holocausto y sus resonancias en la Argentina”, “Shoá. Mentiras y verdades” y “La leyenda de los niños del Ghetto de Lodz”, junto con las actuaciones del Tango Klezmer Project y de un coro y la proyección de un video alusivo.

Por su parte, el Museo Judío de Buenos Aires “Dr. Salvador Kibrick” presentó las muestras “Los libros”, “Ser judío e inmigración. Objetos y documentos personales”, “Festividades”, “La casa de Abraham” y “Del punto al Mandala. Aída Kolodny”, además de espectáculos del coro Kol Simja, los conjuntos de danza ConeXXIón Tango y Nube Negra y la orquesta Nuevos Compositores, y un “Torá Tour” y la charla “El ciclo de vida judío”, ambos a cargo del rabino Simón Moguilevsky.

El Museo Judío de Belgrano propuso las exhibiciones “Acervo religioso” y “Artistas de la comunidad” y las actuaciones de Pablo Krantz, con “Chanson française”; Ezequiel Tarica, con “Alternativa”; e In betwin, con “Rock & pop”.

Y el Centro Ana Frank Argentina-Museo Interactivo para una Pedagogía de la Memoria brindó las exposiciones “Ana Frank, una historia vigente”, “Recreación de la Casa de Ana Frank” y “De la dictadura a la democracia, la vigencia de los derechos humanos”, junto con el documental “La vida de Ana Frank” y el video interactivo “Free2Choose”, el taller “Libertad de ser” y paneles participativos.