Para Belinky, Wolff “decide un camino diferente en su recorrido personal y sobre esto es un aporte, según su óptica, a la comunidad en su conjunto. Decide prestar su servicio a través de una función pública. Él está renunciando a lo que era su logro máximo, que prácticamente iba a ser presidente de la DAIA,  por la posibilidad de entrar en una lista de diputados. Tiene un lugar 12 donde está en el límite de no entrar. Está abandonando una tarea y ahora tendrá que ver si puede encarar esta nueva etapa en su vida que no está para nada asegurada. Va a jugarse la posibilidad de participar de la política nacional en una eventualidad supuesta”.

Belinky conoció a Wolff a fines de 2007 cuando las instituciones decidieron que sea el presidente de la sociodeportiva FACCMA. Su relación con él tiene siete años y la definió como “joven pero muy intensa”. 

“Tomamos la federación siendo quebrada por una conducción que llevó al panamericano a uno de los mayores desastres organizativos que pudieron haberse visto. En ese momento conocí a Waldo, él estuvo a mi lado luchando y levantamos una quiebra. Trabajamos juntos tratando de volver a poner a FACCMA en el lugar que se merecía. A los dos años se venció mi mandato y él fue presidente y yo vicepresidente. Luego él continuó y renunció a pedido de aquella famosa unión que existió entre las sociodeportivas y Julio Schlosser, para  formar la conducción de la DAIA.”  

 “Cuando Waldo fue a la DAIA fue el día internacional del Holocausto y apareció el famoso Twitter de la Presidenta con el tema del Holocausto y la batalla de la DAIA con ese nivel”, recordó el vicepresidente de Maccabi. “Ahí empezó la lucha por el Parlamento argentino. Me saco el sombrero por cuatro dirigentes que pusieron el pecho en ese momento cuando el gobierno era hostil: Wolff, (el presidente de la DAIA) Schlosser, (el secretario general) Jorge Knoblovits y (el tesorero) Mario Comisarenco. Posteriormente recuerdo claramente a los cuatro en el Parlamento cara a cara con el senador (Miguel) Pichetto en esas entrevistas de discusión acerca de lo que fue la lucha por la inconstitucionalidad del Memorándum con Irán”, agregó. 

“Al poco tiempo, cuando se había alivianado un poco este tema, surge el problema de (el fiscal Alberto) Nisman y nuevamente salen a defender a la comunidad ante este nuevo tercer atentado. Yo no considero que haya sido muy confrontadora sino que los hechos posteriores nos demuestran desde que un primer momento la investigación ya era conducida a foja cero y hacia allí vamos. No tiene nada que ver el gobierno argentino sino que en Irán se ríen del Memorándum y no saben de qué se trata. Creo que la actitud siguió siendo la misma más allá de que pudo haber diferencias de opinión. El núcleo estuvo unido y defendiendo a la comunidad. La postura que tomaron a mí me satisface”, insistió a AJN. 

Además, definió a Wolff como “enérgico en sus convicciones”, y resaltó que “defiende las cosas de una manera absoluta, y de ahí su decisión de luchar primero por el tema del Memorándum y después en lo que sucedió con el fiscal”. 

En cuanto a la reacción de la dirigencia comunitaria sobre la decisión de Wolff, Belinky consideró que “deja bastante que desear, tenés voces no democráticas, al límite del fascismo. Atacan una decisión personal de alguien que decide cambiar o modificar el lugar de trabajo. Es totalmente antidemocrático criticar su postura como lo han hecho algunos personajes. Hay que aprender a pensar que si uno piensa distinto no es un enemigo, es alguien que piensa distinto, con quien podemos tomar un café como hicimos muchas veces. Esta virulencia que se ve en este ataque demuestra que es muy lamentable que la comunidad se haya copiado del modelo nacional”. 

“Yo le deseo a Wolff el mayor de los éxitos. Me parece muy buena su decisión. Creo que sin él la DAIA va a estar bien conducida. Creo que la cadencia de Scholosser fue buena y la verdad es que ninguno de nosotros somos imprescindibles. Él puede llegar a hacer una muy buena tarea en el supuesto de que pueda participar, porque estamos lejos de estar seguros de que así sea. Estuvo en él su decisión y me parece sana. No creo que haya habido ninguna traición, todo lo contrario. Creo que nos va a defender mejor que nadie desde el puesto que le pudiera tocar”, concluyó.