El periodista israelí utilizó la famosa analogía de la llegada de los bebés mediante la cigüeña que llegaba de París para describir lo que fue la cumbre para debatir el conflicto en Medio Oriente: “Creo que aquí no hubo ningún bebé, más bien fue un aborto. Lo que vimos en París fue una especie de terapia de grupo de 72 países asustados con el cambio con el principio de la era Trump desde el 20 de enero y se sintieron obligados a decir o hacer algo de alguna forma para apoyarse los unos a los otros para un futuro lleno de incógnitas”.

Con respecto a lo que se trató en la cumbre en si, Cymerman dijo que la importancia de esta fue nula porque no se hizo más que reiterar los errores del pasado: “Propusieron lo que siempre, basándose en lo que fue la formula del paradigma bilateral, la negociación entre israelíes y palestinos a secas, como si no supiéramos que esa es la formula”.

También fue tajante al reconocer que los países presentes “perdieron una oportunidad de oro con la presencia de todos los países árabes sunitas para de alguna manera destacar que si hay una solución que se pueda intentar es el proceso regional, involucrando a los países de la región que tienen tanto o más interés que los propios protagonistas para llegar a un tipo de acuerdo, no total y absoluto porque es imposible a corto plazo”. 

En resumen, Cymerman aseguró que apenas fue “una reunión de un solo día en la que intentan volver a las mismas melodías que ya hemos escuchado tantas veces y siempre terminaron en fracaso en el último cuarto de siglo”.

“Actualmente hay un Irán radicalizado que apoya los grupos terroristas de la región y quiere conseguir armas nucleares. Los grupos como Al Qaeda, que no está acabado aunque nadie hable de el, o el Estado Islámico del que si todos hablan, de alguna manera suponen una amenaza para estos países, entonces Israel deja de ser una amenaza y pasa a ser un posible aliado”, agregó.

Por último, dio una breve reseña de Antonio Guterrez, quien será el nuevo Secretario General de la ONU: “Es un socialista atlántico, contrariamente a los de España o Italia que son mas pro tercermundistas. En los últimos 10 años fue representante para temas de refugiados y los trató con mucha sensibilidad. Es un hombre que visitó Israel en varias ocasiones en el pasado y tiene buenas relaciones con el laborismo israelí. No es anti Israel sino que es un defensor de la existencia del Estado Judío aunque tiene sus críticas hacia el gobierno actual. Quizás podamos ver unas posiciones un poco más equilibradas hacia Israel, que en los últimos años la ONU se convirtió en un organismo cuyas resoluciones fueron dedicadas a condenar a Israel cuando hay otras crisis como la de Siria, la de Irak, la de Yemen, que han pasado en forma casi ignorada”.