El Arzobispado de Paraná anunció que separó de la “atención pastoral” al sacerdote Marcelino Moya, involucrado en una investigación sobre abuso de menores • También definió impedirle “el ejercicio público del ministerio hasta que la Justicia se expida”.
La decisión fue informada por el Arzobispado a través de un comunicado de prensa en viado a esta Agencia en el que anuncia las medidas tomadas “ante las recientes denuncias que involucran a un sacerdote de la Arquidiócesis”.
En este marco, se indicó que “ni bien se conocieron las denuncias periodísticas que involucraban a un sacerdote de la Arquidiócesis, el Arzobispo dio inicio a las investigaciones preliminares, según lo expresa el código de derecho canónico en el canon Nº 1.717, regulados por las normas de Gravioribus Delictis”.
Y se anunció que “como medida cautelar, el sacerdote involucrado ha sido separado de la atención pastoral de la comunidad y se le ha impedido el ejercicio público del ministerio, según lo determina el derecho canónico, hasta que la Justicia se expida”.
“Expresamos nuestra cercanía y disposición para acompañar a todos aquellos afectados por esta dolorosa situación, quienes cuentan con nuestra disponibilidad de escucha, oración, comprensión y afecto”, expresa el Arzobispado en otro tramo del comunicado.
“Con esperanza pedimos al Dios misericordioso el logro de la verdad y la justicia, y la sanación de las heridas y dolores ocasionados”, finaliza el texto.
Cabe recordar que el cura Marcelino Moya, párroco de la ciudad de Seguí, fue denunciado por supuestos abusos a menores.
Los hechos denunciados habrían sido cometidos mientras fue vicario en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay, entre 1992 y 1997, según declararon dos víctimas.
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