En diálogo con LT10, José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, expresó que “estamos siguiendo de cerca el caso Brizzio, de acuerdo a las normas de la iglesia. Estamos actuando con serenidad y firmeza. Obviamente, atendimos el reclamo de la víctima. Tomamos las medidas cautelares. Por este motivo, Brizzio dejó la basílica y fue trasladado a un monasterio. Se está investigando el caso”. 

Consultado sobre cuánto hace que la Iglesia tiene conocimiento de este caso, José María Arancedo agregó que “nosotros tomamos conocimiento a fines de enero. Ante no había ninguna denuncia firmada”. 

Sobre la posible actuación de la justicia civil, arzobispo de Santa Fe manifestó que “no hay ninguna denuncia en la Justicia. Por ahora, sólo hay una investigación dentro de la Iglesia”.

La investigación periodística

En diálogo con LT10, Gabriel Muller, periodista de Esperanza que investigó el caso, expresó que “en los primeros días de enero nos enteramos de lo ocurrido. Los hechos acontecieron hace 20 años en una ciudad cercana a Santa fe que no es Esperanza. La víctima tenía 15 años en aquel momento cuando sufrió un abuso sexual”. 

Además, Gabriel Muller agregó que “el chico se lo comentó al padre y este hombre, muy ligado a la iglesia, fue alterado a la diócesis a pedir que lo saquen a Brizzio. Los amenazó con hacer una locura. El Arzobispo Storni negoció la salida de Brizzio de aquella ciudad. El padre no hizo la denuncia penal para que no lo señalen al hijo por la calle”. 

“El caso sale a la luz porque la víctima vio una imagen del Papa Francisco con Brizzio. Este muchacho quedó muy traumado del episodio. Por lo tanto, la víctima le envió una carta al Papa Francisco. Luego del cruce de información, el Vaticano decidió separar a Brizzio del cargo. Ya declararon todas las partes del caso”, subrayó el periodista.