El amor a la Virgen de Guadalupe late con fuerza en un rincón del fin del mundo

El amor a la Virgen de Guadalupe late con fuerza en un rincón del fin del mundo

Uruguay y la reciente declaración de una catedral como “Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe”

 

 

Con más de 500.000 habitantes, el departamento de Canelones es actualmente el segundo más poblado de Uruguay (y el segundo más densamente habitado), detrás de la capital Montevideo. Debido a su cercanía esta ciudad, Canelones se ha transformado en una de las localidades más famosas de este país sudamericano.

Sin embargo, lo que muchos tal vez no saben es su vínculo con la Virgen de Guadalupe, la emperatriz de América.  Precisamente, en el año 1782 se funda lo que se conoce como “Villa de Nuestra Señora de Guadalupe”, siendo el sacerdote Juan Miguel Laguna una de sus figuras más destacadas y el encargado de la construcción de la iglesia parroquial.

“En el arroyo que hemos nombrado de los Canelones hay también otra aldea, llamada Nuestra Señora de Guadalupe, compuesta asimismo por 70 casas de paja cortada y puntales […]  que para darle mayor consistencia ‘embostaron’ […]  La iglesia es de lo mismo”.

Este fragmento aparece en el libro “Desde la matriz: 400 años de presencia y servicio de la Iglesia en el Uruguay” (2018) y hace referencia a las memorias del marino español Diego Alvear. Ahí se menciona a esta “capilla-rancho” –con los años catedral y ahora también santuario nacional-  levantada en 1759 para albergar en su interior una imagen de la Virgen de Guadalupe que había llegado desde Cuzco (Perú).

 

Iglesia Catedral De Canelones

 

Fue delante de esta imagen, recuerda este libro que muestra la labor de la Iglesia como “partera de la patria” en Uruguay, donde el padre Laguna fundó esta villa que llevaba el nombre de Guadalupe en el año ya mencionado.

Pero Villa Guadalupe, más allá de su nombre, ha tenido desde sus inicios un rol relevante en cuanto a la Historia de lo que hoy en día es Uruguay –anteriormente Banda Oriental- refiere.

Fue ahí donde, por ejemplo, el general José Gervasio Artigas, prócer latinoamericano muchas veces olvidado y admirado por el papa Francisco, llegó a nombrarla capital de la Provincia Oriental en 1813.

En Villa Guadalupe se creó la primera bandera nacional (1828) y es por eso que la Virgen es acompañada por una bandera uruguaya, debido a que el primero de enero de 1829 el sacerdote Juan Francisco Larrobla llegó a bendecir este primer pabellón delante de la imagen.

Incluso, monseñor Jacinto Vera, el obispo misionero que puso a andar a la Iglesia en Uruguay y actualmente rumbo a los altares, llegó por primera vez a Villa Guadalupe en calidad de teniente párroco en 1842, lugar desde donde proseguiría su formación eclesiástica y hasta llegó a estar al posteriormente frente de esta parroquia en Canelones (hoy en día en este lugar también se encuentran reliquias que pertenecieron a Vera) y ser testigo de los avances arquitectónicos del templo.

 

Iglesia Catedral De Canelones

 

“Santuario Nacional”

Actualmente, el amor por la Virgen de Guadalupe, emperatriz de América, se hace latente con fuerza en un rincón muy cercano al “fin del mundo” como lo es Uruguay. De alguna manera parafraseando al propio Francisco y aquella famosa presentación del 13 de marzo de 2013 desde el balcón de la Basílica de San Pedro cuando fue elegido Papa para referirse a su procedencia (Argentina) ya que son países fronterizos.

Es que recientemente trascendió que los obispos de Uruguay, en asamblea plenaria, declararon a esta catedral como “Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe”, quienes también explican la evolución de este vínculo y templo.

 

Galería fotográfica 

 

“La promoción del culto a Santa María, Nuestra Señora de Guadalupe, nos une con el pasado y el presente de nuestra nación y el peregrinar de la Iglesia en el Uruguay, al tiempo que fortalece la comunión con la Iglesia en los países hermanos”, se expresa en el decreto de los obispos, reproduce la Conferencia Episcopal del Uruguay en un comunicado.

“La imagen de la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de Guadalupe está presente ininterrumpidamente en Canelones desde mediados del siglo XVIII, con documento fehaciente de 1779, en torno a la cual se creó la Parroquia con su título en 1775 y se fundó la Villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones en 1782”, indican. 

“A la primitiva capilla sucedió la actual iglesia matriz dedicada a la Madre de Dios, llamada Nuestra Señora de Guadalupe, comenzada en 1816, elevada a Santuario Diocesano en 1945, y a Iglesia Catedral en 1961 y que la imagen fue asimismo solemnemente coronada en 1979, todo lo cual convierte a la Iglesia Catedral Santuario de Canelones en el principal templo del país dedicado a la Virgen de Guadalupe”, señalan.

Así pues, si eres devoto de Guadalupe -y en algún momento te encuentras en Uruguay- ya sabes dónde dirigir tu corazón.

 

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