Poco después de las 16.30 hs., casi siete después del comienzo, finalizó la segunda y tediosa audiencia del juicio por encubrimiento del atentado a la AMIA, en la cual se completó la lectura de los resúmenes de los requerimientos de los acusadores y de los fragmentos principales del auto de elevación a juicio del juez Ariel Lijo.
Como se anunció ayer, el ex presidente Carlos Menem no estuvo presente, beneficiado con una presencia virtual vía videoconferencia debido a su estado de salud, si bien la Fiscalía y la querella del Ministerio de Justicia ya anticiparon que pedirán pericias para verificar su situación real y otras partes amenazan con iniciar el proceso de desafuero del veterano senador, de 85 años.
En cambio, sí concurrió su entonces secretario de Inteligencia, Hugo Anzorreguy, ausente la semana pasada porque estaba internado, quien siguió el juicio desde una sala contigua, junto con su segundo de esa época, Juan Carlos Anchézar, por las mismas razones.
Hubo dos importantes diferencias con la sesión inaugural: las intervenciones de las querellas de Familiares y Amigos de las Víctimas, representada por la Asociación 18J; la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA), la AMIA y la DAIA, y los ex policías bonaerenses acusados de haber colaborado con los terroristas fueron mucho más breves, de una media hora o incluso menos, pero hubo divergencias entre ellas, a diferencia de la uniformidad mostrada hace siete días por la Fiscalía, el Ministerio de Justicia y Memoria Activa.
Horacio Etcheverry, de 18J, acusó a todos los imputados, con argumentos similares a sus antecesores, pero luego llegó la diversidad: Omar Dib, de APEMIA, solo requirió por el encubrimiento a Alberto Jacinto Kanoore Edul porque oportunamente esta querella no había podido hacerlo por el pago ilegal de 400.000 dólares de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Carlos Telleldín, para que acusara falsamente a un grupo de policías bonaerenses; Darío Rubinska, por la AMIA y la DAIA, no apuntó contra el ex presidente de la segunda Rubén Beraja ni los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, ni tampoco por los presuntos delitos conexos que se les atribuyen a estos últimos y al ex juez Juan José Galeano; y Juan José Ribelli desvinculó al último poseedor conocido de la camioneta-bomba Trafic y a su ex mujer, Ana María Boragni.
Luego, secretarios del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2, integrado para la ocasión por Jorge Gorini, Karina Perilli y Néstor Costabel, con Domingo Altieri como suplente, leyeron fragmentos de los autos de elevación a juicio de Lijo, con los argumentos de las defensas y los rechazos del magistrado.
Tras uno de los cuartos intermedios, el abogado de Menem, Omar Daer, pidió suspender la audiencia hasta la semana que viene debido a la salud de su defendido, pero los jueces lo rechazaron porque justamente venían de un prolongado descanso y porque se había cumplido con la recomendación médica de cortar cada tres horas.
A continuación se dio por abierto el debate y se invitó a las partes a plantear cuestiones preliminares, que continuarán la semana que viene, además de los traslados para responder a las mismas.
Comentá la nota