El alimento espiritual ya adquiere forma en convento de carmelitas

El alimento espiritual ya adquiere forma en convento de carmelitas

Fabricar 500.000 hostias para las dos misas que oficiará el papa Francisco, el 11 de julio en Caacupé y el 12 en Ñu Guasu, es la meta de las hermanas carmelitas del monasterio de La Encarnación y Santa Teresa de Jesús. Las religiosas no solamente preparan el alimento espiritual, también están confeccionando los corporales que se usarán en el altar y las mitras que lucirán los obispos, cardenales y el propio papa Francisco.

Por Aníbal Velazquez

El convento de las hermanas carmelitas, que se encuentra en el barrio del mismo nombre, es una casa de oración cerrada, donde las religiosas pasan la vida practicando la oración por la Iglesia y por el mundo. Raras veces las personas ingresan a su interior y si lo hacen generalmente es por orden de la superiora o por un algún gran acontecimiento a realizarse en su interior.

Cuando nos enteramos de que allí fabricaban las hostias y los ornamentos que utilizarían los obispos en la misa con el Papa, llamamos al convento para solicitar una nota, y al otro lado del tubo, una de las religiosas, luego de consultar a la superiora, nos invitó a pasar por el lugar solo para la entrevista. Nos adelantó que no podríamos tomar fotos.

Una vez en el lugar, nos recibieron las religiosas con una gran sonrisa. Cuando les explicamos que veníamos para la nota, la superiora María Yolanda de Jesús, amablemente nos dijo que éramos bendecidos y que no solo accederíamos a la nota sino también entraríamos al convento para mostrarnos cómo trabajaban.

Ya en el interior del edificio, las religiosas nos mostraron las dependencias, pasamos por la capilla, para luego tomar una galería que conduce a una pieza donde una máquina trabajaba intensamente al mando de una de las monjas. En ella introduce la masa para las hostias y luego de un breve proceso salen planchas blancas cocidas, que son apiladas y cortadas en pequeños círculos.

María Yolanda de Jesús, con 54 años de vida consagrada, nos dijo que los obispos les pidieron la fabricación de 500.000 hostias, pero ellas harán más porque creen que recibirán más pedidos. Las hostias se fabrican con dos ingredientes: harina y agua.

Actualmente utilizan dos bolsas de 70 kilos de harina por día. Con ellas pueden obtener a diario hasta 70.000 hostias por día. Según la hermana, ya están próximas a la meta de 500.000 hostias. Antes recibían pedidos desde la Argentina, pero luego suspendieron la venta a ese país porque ya no tenían tiempo para la elaboración.

Esta congregación siempre se dedicó a la fabricación de hostias. Al principio las hacían artesanalmente, pero desde hace unos 20 años, con la incorporación de una máquina, la fabricación ya es industrial.

Las primeras carmelitas llegaron al Paraguay en 1951. A nivel internacional, la congregación se fundó en 1562 en España. Este año festejan el quinto centenario del nacimiento de la fundadora Santa Teresa de Jesús.

En Paraguay hay actualmente cinco congregaciones carmelitas, afincadas en Asunción, Caacupé, Encarnación y Benjamín Aceval. La última que se formó fue en Ciudad del Este.

El carisma de esta congregación es la oración de intercesión por toda la Iglesia, por el mundo y esa opción se vive en familia. Dentro del encierro tienen sus momentos de oración, de recreo y de trabajo. Estas religiosas pasan encerradas la mayor parte del tiempo. Salen por alguna gran necesidad, como una consulta médica o para un gran acontecimiento como la venida del Papa. Ellas participarán de las celebraciones con Francisco que tendrán lugar el sábado 11 en la Catedral Metropolitana y de la misa que oficiará en Ñu Guasu el domingo 12 de julio.

Para la superiora, fabricar hostias, que luego serán el cuerpo de Cristo, es una gran alegría, una gran bendición “porque ya pensamos en la consagración”. Su venta es uno de los ingresos que tienen para solventar el mantenimiento del convento. “Hay también algunas personas que nos ayudan y otros que se ofrecen. Nosotros vivimos de nuestro trabajo y de la solidaridad”, indicó la religiosa.

En el convento de las carmelitas viven actualmente 14 religiosas. Pero no solamente hostias están fabricando con motivo de la visita del papa Francisco. En otro de los salones, también están confeccionando los corporales que se usarán sobre el altar y las mitras que lucirán los obispos del Paraguay, los cardenales y el propio Pontífice. Las religiosas esperan que el Papa utilice ese ornamento y que luego se los done para que tenga un grato recuerdo de su visita.

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