Activista contra alquiler de vientres le cuenta su historia al Papa

Activista contra alquiler de vientres le cuenta su historia al Papa

Francisco recibió a Olivia Maurel y le manifestó su apoyo. Nació de una gestación por subrogación e integra una ong que milita por la prohibición universal de esa práctica. Coincidencias en cuanto a que es un mercado para la explotación de mujeres y niños

El Papa Francisco recibió este jueves a la activista francesa contra los vientres de alquiler Olivia Maurel, a quien manifestó su apoyo, informó la Declaración de Casablanca, organización que pide la prohibición universal de la maternidad subrogada.

Maurel, que nació de una gestación por subrogación y se convirtió en activista contra esta práctica debido los problemas mentales que sufrió por ello, había escrito al Papa para poder verle y contarle su historia.

Junto a la activista francesa se encontraban algunos miembros de la Declaración de Casablanca, en vísperas de una Conferencia Internacional que se celebrará en Roma sobre el tema.

El encuentro, informó la organización, "duró media hora y se desarrolló en un ambiente cordial y "el Papa recordó que la maternidad subrogada constituye un mercado global, que amenaza y explota a las mujeres".

"Los apoyo", dijo el Papa a Olivia Maurel y al trabajo del grupo de la Declaración de Casablanca, añadió la organización.

En sus redes sociales, la activista, que se define atea y feminista, explicó que la maternidad subrogada "es sólo un mercado global para mujeres y niños" y que el papa la demostró "mucha empatía".

El Vaticano publicará la próxima semana un documento titulado 'Dignitas Infinita' sobre la dignidad humana, en el que se expresará la posición de condena de la Iglesia católica a los vientres de alquiler.

Olivia Maurel creció en Francia, pero nació como vientre de alquiler en Kentucky, en Estados Unidos, un hecho que la activista no descubrió hasta su edad adulta y que le causó un gran dolor.

El pasado mes de enero, el Papa pidió en una audiencia con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede la prohibición universal de la "despreciable" práctica de la maternidad subrogada, ya que a su juicio "representa una grave violación de la dignidad de la mujer y del niño".

“Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre”, dijo entonces Francisco.

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