Son días difíciles para nuestra sociedad. A la inmensurable crisis producida por la pandemia, con su secuela de dolor y muerte, le ha seguido una crisis económica y social devastadora. En este contexto, se promueve de manera inoportuna el tratamiento de un proyecto de ley para la legalización del aborto. Una vez más somos llevados a la confrontación, en un tiempo donde los ánimos de la sociedad están crispados.
Lamentablemente algunos eligen el camino de la violencia, verbal y física, para imponer sus ideas. Es así que aparecen templos vandalizados, lugares de culto profanados y personas agredidas.
Como institución defensora de las dos vidas hemos visto con pesar que algunos que comparten nuestra posición en cuanto al aborto usan también de expresiones de violencia, por lo general verbal, pero no por eso menos dañinas.
Como Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) repudiamos este accionar. De igual manera, repudiamos todo intento de sacar ventaja personal o política sobre tanto dolor. Creemos que el disenso, aún en temas tan graves como la defensa de la vida, debe darse en una actitud de diálogo y respeto por las diferencias.
Escuchar no es debilidad, respetar no es claudicar.
Como cristianos, inspirados en las enseñanzas de Jesús, somos desafiados a respetar las diferencias y amar al prójimo de manera incondicional.
Invitamos a todos los hombres y mujeres a transitar estos días con esta misma actitud.
Consejo Directivo Nacional de ACIERA
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