– ¿Qué pensamiento tiene acerca de lo que sucedió en Francia?

– Todos aquellos que nos hayamos comprometidos con la paz en el mundo, el diálogo y el entendimiento debemos seguir trabajando, redoblar nuestros esfuerzos para tratar de crear una conciencia que sea la verdadera muralla en contra de está demencia, de está obturación de lo espiritual.

– El Rabino Bergman señaló que ahora se debe pensar que queremos en los próximos 50 años con respecto al diálogo interconfesional ¿Está de acuerdo?

– El concepto es interesante en el sentido que la misma forma que hubo personas que mencione en el acto del aniversario de Nostra Etate como Abraham Joschua Heschel, Cardenal Augustin Bea, San Juan XIII y Pablo VI, que se comprometieron a realizar un compromiso muy profundo para que hoy se hable del Concilio Vaticano II. De está forma, nos tenemos que comprometer nosotros para que en algún futuro el mundo mejor nos recuerde el granito de arena que nosotros aportamos para la mejora de la existencia de la condición humana.

– ¿ La única forma de frenar la violencia del islamismo radical es realizando un documento en conjunto entre las tres religiones monoteístas?

– La única forma es el diálogo. El profundo compromiso sincero y comprometido es lo que va a traer la paz. Lo otro puede ser letra, muerte y nada más. Nos quedaríamos a mitad de camino en intenciones. La paz se gesta a través de una cultura de paz. La cultura significa la manera que nos manifestamos, que reaccionamos, que vivimos. Tenemos que trabajar para crear ese ambiente.