A siete días del balotaje y cuando faltaban pocas horas para el debate presidencial, Daniel Scioli y Mauricio Macri seguramente pensaron que no habría nadie más convocante que ellos. Se equivocaron. El domingo en Tecnópolis apareció en escena Jesucristo y reunió a más de 50.000 personas que levantaban los brazos hacia el cielo y corearon su nombre. “Misión Familia” se llamó a la actividad para rezar por el futuro del país, que combinó sermones de pastores y poderosos recitales de música cristiana.

Mucho se especuló con que la jornada organizada por Catedral de Fe, una de las más difundidas de las 11 mil congregaciones con presencia en el país, sería un acto a favor de oficialismo. La elección del escenario alimentó esas suposiciones, que resultaron erradas. “Desde el año pasado teníamos pensada esta actividad. Originalmente la íbamos a hacer en el Parque Roca (depende del gobierno de la Ciudad), pero no terminaron las obras”, aclaró el pastor Osvaldo Carnival, alma mater de esa iglesia, que tiene 4.500 grupos de oración.

Así apareció Tecnópolis. El gobierno nacional incluyó el recital como parte de su programa Igualdad Cultural, pero todo se cuidó al extremo para que la de ayer fuera simplemente una fiesta de fe: ningún rastro partidario en toda la exposición, apenas un hombre cubierto por una sábana en la entrada, que simulaba ser el “fantasma de 2001”.

Cientos de colectivos escolares se estacionaron  a ambos lados de la General Paz, y miles de personas soportaron el intenso calor durante cuatro horas. Hubo dos grupos musicales que hicieron vibrar a la multitud e incluso invitaron al pogo. Uno de ellos, bastante rockero, se llama “Rescate”. El otro, “En espíritu y verdad”, puso a la concurrencia casi en estado de éxtasis. Entre uno y otro, varios pastores ensalzaron a Jesús y deploraron a Satanás. Carnival, con 142 mil seguidores en Facebook, fue uno de ellos. Los otros fueron Carlos Annacondia y el alemán Reinhard Bonnke, que se plantó en el escenario con un traductor que gritaba tanto como él. Solo se repetían cuando decían “Amén” o “Aleluya”.

“Algunos dicen que el pastor Carnival se hizo kirchnerista o esto otro, pero tenemos una mirada apartidaria. La palabra ‘partido’ viene de ‘parte’, y nosotros alabamos a un Dios que lo es ‘todo’, explicó el organizador del multitudinario encuentro evangelista, que terminó “orando por quienes nos gobiernan” e implorando “Señor, ten piedad de esta Nación, que muchas veces ha derramado la sangre de sus hijos”.