Viaja a La Meca para cumplir el quinto mandato del islam

Una vida de espera. Mohamed Taha (68) preside el Centro Islámico Árabe de Mendoza. Será su primera vez. Es el único mendocino invitado por Emiratos Árabes. Viajará con tres argentinos más.

Por Julián Vinacour/[email protected]

Cada vez que los 1.600 millones de musulmanes rezan, lo hacen mirando a La Meca, ciudad sagrada para el islam, en donde aterrizará Mohamed Taha (68), único mendocino invitado oficialmente por los Emiratos Árabes Unidos para cumplir con el quinto pilar de la religión: peregrinar en el lugar donde nació Mahoma. 

Taha es el presidente del Centro Islámico Árabe de Mendoza y junto con dos cordobeses y un bonaerense integra el selecto grupo de argentinos que en estos momentos está viajando hacia Arabia Saudí para sumarse a otros cinco millones de fieles que llegarán a purificarse ante Alá. 

Su padre fue un almacenero libanés que condujo religiosamente el centro a lo largo de casi 40 años. Durante toda su vida Mohamed miró el cuadro de la Gran Mezquita que rodea a la Kaaba, primer templo construido para la adoración de Dios, según el Corán, y desde entonces sueña con pisar descalzo ese lugar y llegar a besar la piedra que esconde esa edificación negra con forma de cubo.

Ayer le terminaron de confirmar el viaje que le habían comenzado a insinuar hace un mes, momento en el que inició los preparativos, porque la tradición indica que la peregrinación comienza desde que se decide emprenderla. Formalmente será del 20 al 26 de setiembre.

“No se puede describir lo que uno siente antes de viajar. Pero por lo que me contó mi padre, que fue tres veces, y algunos amigos que fueron en algún momento, es un antes y un después. Es lo que esperamos toda la vida”.

Taha preside el centro islámico más antiguo de Latinoamérica, que existe desde 1926. Ubicado en la Alameda, alberga la fe de las aproximadamente 300 familias mahometanas que viven en todo Mendoza. 

Mohamed defiende su religión con amor mientras predica con la palabra y el ejemplo. Pero fuera de la mezquita es un mendocino más: sus cinco hijos fueron a los colegios de la UNCuyo y trabaja en la Dirección Nacional de Migraciones. 

Tres mendocinos más viajarán hasta La Meca, pero irán motu proprio, no como invitados de algún país árabe.

La rutina del quinto mandato

El Hajj o peregrinación en La Meca tiene lugar durante el mes de Du al-Hiyaa, el último del año musulmán que se rige por el calendario lunar. Los ritos que en ella se realizan están celosamente regulados y emulan en gran parte lo hecho por Mahoma.

Frente al reloj más grande del mundo que enfrenta a la Gran Mezquita Masjid al-Haram, un mar de fieles vestidos con ropas blancas sin costura se concentra todos los años y dan siete vueltas a la Kaaba. 

Luego recorren el camino que separa Safa y Marwa, dos lugares cercanos al templo sagrado donde la mujer de Abraham corrió en busca de agua para su hijo Ismael y surgió la fuente de Zamzam.   

Tras esto, los fieles van a Mina, en el monte Arafat, a rezar. A la noche celebran Eid al Adha, en Muzdalifa, una fiesta donde sacrifican un cordero recreando la historia de Abraham. Parecido a lo que dice el Antiguo Testamento, el Corán cuenta que Abraham estuvo a punto de sacrificar a Ismael –en vez de Isaac–, pero el arcángel Gabriel le ofreció un cordero en el último momento. 

Luego efectúan una serie de pasos más y para terminar la peregrinación los fieles dan otros nueve giros alrededor de la Kaaba. 

A veces, aunque no es obligatorio, se completa con una visita a Medina, ciudad donde fue exiliado Mahoma  y en donde hoy reposan sus restos.

“El Estado Islámico no tiene nada de musulmán”

En medio de la feroz guerra que atraviesa Siria y de la conmoción que provoca el éxodo de familias árabes que buscan vivir en paz, desde el Centro Islámico Árabe de Mendoza emitieron un comunicado. 

“Queremos aclarar en nombre de nuestra institución que el Estado Islámico no tiene nada de musulmán. Es un grupo de asesinos financiados por potencias de afuera. Permanentemente se muestra cómo decapitan a periodistas occidentales y a los que más matan es a los propios sirios”, dice la entidad, y agrega: “No deberían llamarse así porque nada tienen de islámicos y lo que hacen es saquear a toda esa región, que es muy rica en petróleo. Por Siria pasa el gasoducto más grande del mundo”.

Desde el centro explican que el Corán menciona claramente que “el que mata a una persona mata a la humanidad entera y el que salva a una persona salva a la humanidad entera”. 

Además dicen que muchos de los integrantes del EI no hablan árabe y que traducir yihad como Guerra Santa es un error. 

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