Cercana y lejana a la vez parece aquella calurosa noche de diciembre de 2015, cuando convocados por Damián Sileo y Ana Pérez Tinedo, un grupo de comunicadores sociales se reunieron en un centro comercial de Buenos Aires. El tema era dar forma a una idea que venía madurando en la mente de Damián y Ana, dos amigos que supieron vivir su juventud acompañando al surgimiento y expansión de los medios masivos de comunicación dentro del circuito cristiano en la década de los ‘90.