Sus comentarios se hicieron luego de que el partido liderado por el jefe de Gobierno de Recep Tayip Erdogan no lograra mantener la mayoría absoluta en el Parlamento. Akar afirmó: "Hay un grupo de presión económica en el mundo que está en manos del lobby judío y estos son los que quieren que el AKP se caiga”.

 De acuerdo a los análisis poselectorales, los votantes tenían muchas razones para respaldar a candidatos de otros partidos y así evitar que Erdogan utilice el Parlamento para afianzar su propio poder. El líder turco ya había culpado a los judíos del aumento de las tasas de interés y su primer ministro, Ahmet Davutoglu, los acusó de trabajar para derribar el régimen turco.