Sahak Masalyan, de 57 años, fue elegido este miércoles nuevo patriarca de Constantinopla de la Iglesia Armenia con el voto de la aplastante mayoría de los delegados que se reunieron en la sede del Patriarcado en Kumkapi, un barrio de Estambul.

Masalyan fue designado con 102 votos de los 120 delegados reunidos en cónclave, de los que 17 son sacerdotes y los demás civiles que fueron elegidos el domingo pasado en una votación popular en la que podían participar todos los adultos censados en la Iglesia Armenia de Turquía.

El nuevo líder espiritual y político de la comunidad armenia, nacido en Estambul en 1962 y formado como ingeniero electrónico antes de ser ordenado sacerdote con 30 años, es el 85º patriarca armenio de Constantinopla y ha adoptado el nombre de Sahak II.

Masalyan sucede así a Mesrob Mutafyan, elegido en 1989 pero confinado a un hospital desde 2008 por una enfermedad mental hasta fallecer en marzo pasado.

El candidato se ha impuesto en la votación a su único rival, Aram Atesyan, que desde la enfermedad de Mutafyan figuraba como apoderado general del Patriarcado y portavoz de la institución, pero gozaba de muy poco prestigio en la comunidad, que lo consideraba demasiado cercano al Gobierno turco.

No se espera de Masalyan que se aparte mucho de esta línea, y en su primera declaración, reproducida en el diario turco-armenio "Agos", el nuevo líder agradeció profusamente al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, "haber hecho posibles estas elecciones".

De hecho, el Gobierno turco había vetado la participación de varios otros candidatos previstos por la Iglesia armenia, alegando que solo se podían aceptar cargos adscritos al obispado de Estambul, lo que redujo el número de aspirantes a sólo dos candidatos, y excluyó a Bekçiyan, favorito de la comunidad, por residir en Alemania.

En la votación popular, que se llevó a cabo en 37 iglesias, de las que 32 están en Estambul, participaron unas 13.700 de los aproximadamente 50.000 armenios que forman esta comunidad en Turquía.

La entronización del nuevo patriarca de Constantinopla de la Iglesia Armenia, que se nombra hoy, pone fin a una década de luchas intestinas en la comunidad, pero no supondrá cambios políticos: el nuevo líder, elegido por voto popular, también es un hombre fiel a Ankara.

El cargo de patriarca no solo conlleva un prestigio espiritual sino también una alta responsabilidad política como jefe de la comunidad armenia de Turquía, estimada en unas 50.000 almas, aunque solo han votado 13.704 personas.

En una época en la que el genocidio armenio de 1915 sigue provocando airadas protestas diplomáticas y rifirrafes políticos entre Turquía y Francia o Estados Unidos, la postura del patriarca de Constantinopla tiene un alto valor simbólico.

Precisamente por esto, explican a Efe fuentes de la comunidad, el Gobierno turco ha hecho lo posible para retrasar las elecciones, primero, y luego excluir a todo candidato que pudiera adoptar una postura divergente de la oficial de Ankara.