Más de mil ex soldados israelíes celebraron Jánuca con sobrevivientes del Holocausto

Más de mil ex soldados israelíes celebraron Jánuca con sobrevivientes del Holocausto

"Es muy emotivo celebrar aquí con sobrevivientes", dijo Elchi Malichi, de 25 años, estudiante de ingeniería civil. "Siento la necesidad de donarles los más que pueda y darles el respeto que se merecen. Al final del día estamos aquí gracias a ellos y seguimos su camino", destacó.

Más de mil ex soldados de la Fuerza de Defensa de Israel visitaron los hogares de aproximadamente 500 sobrevivientes del Holocausto en el Estado Judío para celebrar la primera noche de Jánuca, como parte de una iniciativa más amplia de la Fundación para el Beneficio de las Víctimas del Holocausto y el programa de becas de Impacto financiadas por la organización Amigos de la FDI. 

Aproximadamente una docena de soldados israelíes llegaron a la casa de retiro Gil Oz en Petah Tikva para encender la primera vela con ellos. Bila Lutstein, una sobreviviente de 97 años, dijo: "Estoy contenta por los nuevos amigos que vinieron a celebrar las fiestas con nosotros. Es divertido salir de la rutina y mantener un evento para encender las velas. Todavía me emociona cada año, celebrar las fiestas en Israel y sentir el significado del sionismo y la pertenencia". 

Shkolnik Z’non, un sobreviviente de 79 años de Polonia, quien se escapó primero a Siberia y luego se escondió en un bosque en Ucrania, dijo: "Me siento genial y orgulloso de encender la primera vela de Jánuca. Es una gran oportunidad para estar feliz juntos y es muy reconfortante ver a este grupo joven y sentir el espíritu festivo con el que vienen".

 "Es muy emotivo celebrar aquí con sobrevivientes", dijo Elchi Malichi, de 25 años, estudiante de ingeniería civil. "Siento la necesidad de donarles los más que pueda y darles el respeto que se merecen. Al final del día estamos aquí gracias a ellos y seguimos su camino", destacó. 

Malichi, quien sirvió como luchador y comandante en el Batallón Shimshon de la Brigada Kfir, destacó: "Diariamente no tengo la oportunidad de conocer a estas personas y desafortunadamente para nosotros cada vez será más extraordinario mientras más de ellos fallecen. Estoy feliz de que me hayan dado esta oportunidad de darles amor y calidez. Es una experiencia que nunca olvidaré". 

Los soldados dados de baja llevaron Menorás, velas y sufganyot a los hogares de los sobrevivientes.

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