Santo Cura Brochero: ese testigo fiel, que supo guardar la sabiduría de su madre

Santo Cura Brochero: ese testigo fiel, que supo guardar la sabiduría de su madre

Se cumplen 109 del fallecimiento de este referente de nuestra historia y el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera honra su memoria en MDZ.

Doña Petrona Dávila; cuando su hijo iba para ingresar al seminario le dice: “Dios cuenta contigo, hijo para construir nuestra patria, no lo defraudes”. Tanto que se ha dicho del Cura Brochero. Particularmente he tenido la gracia de conocer mucho de él, de saberlo- siempre- compañero y amigo de camino. Lo sé vivo y presente. Desde mis años de seminarista, de sacerdote y, cuanto más, de obispo; he “aceptado” podría decir, aprovechado, agradecido y gustado de su amistad.

Las palabras que le compartí al inicio me parecieron oportunas, para un modesto homenaje ante un nuevo aniversario de la pascua del padre José Gabriel del Rosario Brochero. La llamo pascua porque aquel 26 de enero fue el “paso” el santo y bendito paso de nuestro santo y amigo al abrazo con el Padre, llevado por su amigo Jesús. Por su amigo Jesús, José Gabriel entregó, gastó y desgastó su vida. Lo sabemos, dio todo, nada se reservó para sí, fue sin duda un “hombre de Dios para su Pueblo”. Y su pueblo lo supo ver, intuir y oler como pastor con olor a oveja, pero también, sin duda pastor con olor a Dios.

Su vida nos dice que, aquellas palabras de su madre fueron una exhortación que vislumbró, en sus jóvenes dieciséis años- edad que tenía al ingresar al seminario- como una sentencia para la vida, para que su vida fuese fecunda, fiel, alegre y generosa.

Siempre se nos habla de la palabra como rectora de vida. No es palabra abstracta, sino que- al estilo de Jesús- se encarna en gestos concretos. Lo que predicamos sino lo hacemos vida, carece de todo fruto. No hay un evangelio “abstracto”, podemos decir.

Porque Dios no lo es. Sino que ha asumido toda nuestra condición, menos la del pecado, en Jesús. Brochero fue un verdadero hombre de Palabra, aún en circunstancias adversas y difíciles, fue fiel, recuerdo siempre su asistencia a la “viejita Francisca” que le prometió visitar y tuvo que sortear las inclemencias del rio transerrano para no fallar. Y no fallaba, Por ello decimos que la Palabra es la brújula para nuestra vida y los caminos a seguir. Todo es distinto si esto se da así.

Digo esto de la palabra, porque Brochero fue un hombre orante de ella, pero también imagino que esta palabra se habrá “dejado” ayudar por las palabras de su madre. Imagino que las palabras sabias y creyentes de doña Petrona, también habrán ayudado al joven José Gabriel, al seminarista José Gabriel y, sin duda, al padre José Gabriel en su discernimiento. Me hago esta composición de la situación e imagino al cura Brochero, en las distintas etapas de su vida, que- necesitado de tomar una decisión-

se habrá preguntado, “Con esto que voy hacer, ¿Construyo la Patria?”.

Y, dejándose ayudar por sus consejeros espirituales, afrontar con el ímpetu de la “Malacara”, si la respuesta era afirmativa o “recular” y desistir con el mismo ímpetu si la respuesta era negativa. Construir la Patria, hermosa aventura brocheriana, pero desde los valores del Evangelio, con valores y oportunidades para todos. El entendió muy bien que evangelio y promoción humana van de la mano. Así lo vemos a Brochero, cultivando el espíritu – con su prédica, atención a los enfermos, ejercicios espirituales, confesiones- pero también favoreciendo la promoción humana, con los caminos, acueductos, escuelas, promoviendo el turismo... constructor de la Patria en valores y en obras.

Amalgamando dos realidades tan necesarias ayer, tan necesarias hoy.  Creo que un lindo homenaje al cura santo, será asumir- como él- las palabras de su madre y “ponernos al hombro”, al mejor estilo brocheriano, la construcción y sostén de nuestra patria. Esa es tarea de todos, de todos. Nadie debería hacerse el desentendido, o excluido, o mirar para el otro lado. O creer que es tarea “solo de algunos”. La Patria nos cobija, nos convoca, reúne, interpela y creo que a muchos también nos hace doler. Por gratitud, al menos, no deberíamos ser indiferentes y, hacer desde nuestro lugar, para “curar” ese dolor, reconocer la enfermedad y asumir el compromiso, podríamos decir Brocheriano, en ser protagonistas activos en favor de nuestra Patria.

Esto es continuar hoy con la “causa de Brochero” Qué lindo y bueno sería, escuchar este 26 de enero: “Querido hijo/a Dios cuenta contigo para construir la Patria. No lo defraudes” y pedirle a este santo cura argentino, amigo y compañero de camino San José G del Rosario Brochero, nos regale de su corazón para responder y hacer y ser- como él- un constructor de este Suelo bendito que

Dios nos dio.

Muy feliz día de la Pascua del Santo Cura Brochero.

* Monseñor Santiago Olivera, Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina

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